Reunión en la Santa Sede entre el embajador de la República de Armenia, Boris Sahakian y el director y redactor jefe del medio vaticano "L'Osservatore Romano", Andrea Monda.
Durante la reunión se convino en una mayor cooperación para dar a conocer el rico patrimonio histórico y cultural armenio, que forma parte del patrimonio cristiano común, y crear conciencia sobre las amenazas que enfrenta.
"En este sentido, se destacó la importancia de no distorsionar nunca la identidad del patrimonio cultural y de los lugares de culto, así como los hechos históricos, que son innegables y reconocidos por la comunidad internacional, incluida la comunidad científica", expresó el Embajador de Armenia en la Santa Sede en el mensaje difundido por la embajada.
Recordemos que en el periódico L'Osservatore Romano publicado en el Vaticano, bajo la firma de Rossella Fabiani, se publicó días pasadosla nota sobre "Los orígenes del cristianismo en Azerbaiyán". Tras las huellas de la Iglesia apostólica albanesa", artículo en el que el autor presenta su llamada visita de investigación y conocimiento a la "Albania caucásica", en realidad a Artsaj.
Refiriéndose a algún investigador local, el autor del artículo difunde y confirma la hipótesis de la llegada de armenios a la región, señalando que llegaron a tierras azerbaiyanas desde Irán y Turquía. Según otra afirmación que realiza, los udis fueron convertidos a la fuerza por los armenios locales convirtiéndose en seguidores de la Iglesia Apostólica.
Como puede verse, la política azerbaiyana de eliminar el rastro armenio de Artsaj está adquiriendo nuevas cualidades y manifestaciones. Es triste, pero la verdad es que Azerbaiyán ha logrado que el Vaticano sea un participante involuntario en su limpieza cultural/genocidio cultural. Por cierto, en el artículo antes mencionado, Dadivank se presenta como albanés