Los Alumnos del instituto Marie Manoogian comenzaron el regreso paulatino a las aulas, esto requirió un gran esfuerzo por parte del colegio para poder adaptarse a las nuevas modalidades y protocolos exigidos, pero afortunadamente, desde fines de octubre y luego de tantos meses de clases virtuales, los chicos pudieron reencontrarse de manera presencial con sus compañeros y docentes.
Para reabrir sus puertas, el colegio tuvo que cumplir con un estricto protocolo sanitario que incluyó el uso de aulas más grandes y con importante ventilación, medición de la temperatura antes de ingresar al establecimiento, el uso de barbijos, incorporación de alcohol en gel y limpieza constante de las instalaciones, entre otras. 
Los primeros en regresar a las aulas fueron los alumnos del último año de primaria y secundaria divididos en “grupos burbuja”. Luego se sumaron primer grado y preescolar, y a medida que pasaron las semanas el resto de las salas y grados. Estos encuentros se aprovecharon tanto para trabajar temas importantes del plan educativo como otros de interés para los alumnos, aprovechando para promover la revinculación social que tanto necesitaban.
Con los chicos de jardín se trabajó sobre todo en la incorporación de protocolos de cuidado mediante juegos y actividades, en los que también aportaron sus propias ideas. Al principio les costó soltarse, pero finalmente demostraron estar contentos de volver a la sala y encontrarse con sus pares.
Por su parte, el nivel primario además de continuar con el contenido académico, aprovechó este espacio para que los chicos puedan expresar qué sintieron y extrañaron en estos meses de virtualidad, que fueron tan duros para todos.
Realmente los alumnos necesitaban volver a su espacio de pertenencia y reencontrarse con pares y docentes, pero es importante recordar que las actividades presenciales están funcionando de modo complementario a las clases virtuales, que continúan en el formato habitual con el que se aseguró la continuidad pedagógica durante todo el año.
Este año requirió de esfuerzo extra por parte de docentes, familias y dirección del colegio, pero todo vale la pena si es por el bienestar de nuestros alumnos