Jorge Samardji es el rector del Instituto Marie Manoogian de la Unión General Armenia de Beneficencia. En esta entrevista, nos comparte su experiencia y puntos de vista respecto de la educación en tiempos de pandemia y la adaptación del Instituto y sus docentes a esta nueva realidad.
P: La pandemia que se desató en 2020 afectó varios componentes de la sociedad, ¿cómo se sintió en el ámbito escolar?
A partir del año pasado el escenario escolar cambió rotundamente. El desafío fue enorme y, sin lugar a dudas, quienes somos parte del ámbito pedagógico vemos este momento como un punto bisagra en la historia de la educación.
P:¿Cuáles fueron los desafíos con los que se encontraron al inicio del ciclo escolar?
El 9 de marzo de 2020 se dio inicio a un ciclo lectivo que fue abruptamente interrumpido a la semana siguiente debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio. Sin tiempo para diagnósticos, con algunos docentes que habían visto a sus alumnos una sola vez, nos enfrentamos a una situación incierta y desconocida.
P: ¿Cómo pudieron superar esos obstáculos?
Nuestra situación fue realmente privilegiada: contamos con profesores y profesoras que estuvieron a la altura de la circunstancia, con los recursos institucionales para implementar la educación a distancia y, fundamentalmente, con una población escolar que disponía en su totalidad de algún dispositivo y servicio de internet para poder conectarse. Por todo esto, desde la primera semana de confinamiento se creó un aula de Google Classroom para cada asignatura, a través de las cuales profesores y profesoras acercaron material de trabajo a sus estudiantes. Las dinámicas de trabajo fueron rápidamente adaptándose a la virtualidad y para el segundo cuatrimestre ya estábamos trabajando con un cronograma fijo de clases virtuales a través de cinco cuentas institucionales de la plataforma Zoom, complementando las actividades de las aulas virtuales.
P: ¿Cómo fue la adaptación por parte del personal docente?
Paulatinamente, cada docente pudo ir adaptando los contenidos, las estrategias y los objetivos de sus materias a los requerimientos de la educación a distancia porque desde un primer momento tuvimos en cuenta que la presencialidad no podía ser reemplazada por una cámara sino que requería una transposición didáctica especial.
P:¿Siente que la experiencia del año pasado ha servido para mejorar la educación a distancia?
Este año contábamos ya con cierta experiencia, eso nos permitió ajustar algunas cuestiones y prever otras. Nuevamente tuvimos lo que necesitábamos a nivel institucional: contamos en las aulas con proyectores, cámaras y micrófonos, lo que nos permitió sostener las clases a pesar de tener participantes en aislamiento, fueran docentes o alumnos.
P:¿Cuál fue el mayor desafío de la bimodalidad (sistema combinado de virtualidad y presencialidad)?
El nivel secundario tiene la particularidad de la rotación docente permanente; durante una jornada cada curso tiene un mínimo de cuatro asignaturas. Esos docentes no son exclusivos de nuestro colegio, muchos trabajan también en otras instituciones en las que se daban casos de aislamiento preventivo por 10 días en una burbuja que los incluía también a ellos.
Esta situación se dio muy frecuentemente y contar con el equipamiento en el aula nos permitió que los alumnos que estuvieran en la escuela pudieran de todos modos tener la clase con su profesor titular que se encontraba en su hogar.
P:¿Y el sistema de división en burbujas?
La disponibilidad y distribución de espacios en el edificio nos posibilitó recibir a cada curso completo como una burbuja sin divisiones, algo elemental para sostener la continuidad pedagógica y para agilizar la planificación docente, sin hablar de los beneficios que esto implica para cada grupo a nivel vincular.
P:¿Se vieron forzados a limitar los horarios o parte de la currícula?
Estamos sosteniendo los proyectos que creemos tan importantes para la formación académica de los alumnos, como el “Concurso literario del colegio del Arce” o el “Certamen formando emprendedores de Omega” como otras actividades. Pudimos sostener la jornada completa haciendo un mínimo ajuste de horarios para que los alumnos no se crucen al ingreso y en los recreos. mportantes.
P: ¿Está satisfecho con los resultados obtenidos a nivel académico?
Si bien nos sentimos muy conformes con el nivel académico que logramos sostener, a nivel comunidad, esta situación nos afectó particularmente en el trabajo de ambas promociones de egresados porque perdimos todo lo que se generaba en las cenas de los viernes y los sábados.
P: ¿Cómo repensaron las tradicionales cenas de los viernes y sábados?
Si bien las familias continúan trabajando bajo sistema de delivery, todos sentimos que hay algo que no está. Los estudiantes y las familias de la Promo 2020 trabajaron con dedicación hasta el último día a pesar de no haber podido concretar su viaje a Armenia. El comienzo de la Promo 2021 también fue muy diferente: destacamos que este grupo trabajó para recaudar fondos para colaborar con la terrible situación vivida en la República de Artsaj. La recaudación de jornadas enteras de trabajo fue destinada a tal fin.
P:¿Se han podido alcanzar los objetivos?
Con todo esto queremos transmitir que nuestros objetivos no solo estuvieron puestos en sostener a nuestros alumnos dentro del sistema escolar con un buen nivel de contenidos curriculares, para nosotros el aprendizaje se da en una interacción de múltiples factores, muchos de los cuales no son simples de percibir pero son estructurantes.
P: Se dice que la virtualidad llegó para quedarse, ¿cuál es su opinión?
Hay roles que cumple la escuela que se suelen pasar por alto en la sociedad y que son diferentes en cada institución, con cada población escolar, con cada grupo humano. Estar atentos a esos factores es parte de cada equipo de conducción y acompañamiento pedagógico y de cada agente del sistema educativo, pero la coyuntura actual no está permitiendo muchas veces actuar sobre lo que se detecta, a raíz de la desconexión y la falta de comunicación con las familias que en muchas comunidades se incrementó exponencialmente desde el año pasado; es por esta razón que, además de sentirnos afortunados, consideramos fundamental agradecer a las familias que hacen al Instituto Marie Manoogian por acompañarnos y ayudarnos a sostener la educación en tiempos de pandemia.