Estamos viviendo situaciones  muy difíciles, algunos referidos a la pandemia, cuarentena o a situaciones de poco control de nuestro tiempo, por el otro lado estamos viviendo momentos  una gran transformación de las empresas… La transformación digital y la nueva economía que vino a instalarse para cambiar la forma de comprar, vender, consumir, financiarse, y realizar innovación. 

En estos aspectos es necesario considerar cuatro ruedas, y no cuatro patas de la mesa como siempre se lo llamo. Quiero hablar de ruedas y no de cuatro patas de una mesa, porque hoy el mundo es dinámico y requiere movimiento y no quedarse estático. Requiere un movimiento que no todos los emprendedores o pymes están preparados para tomar y adaptarse. 

Lo primero que tenemos que hacer es saber lo que podemos hacer y lo que no podemos hacer con los propios recursos o conocimientos. Los propios recursos y conocimientos están basados, generalmente, en las cosas que sí conocemos, aprendimos, o por las cuales tuvimos experiencias, no sólo propias sino experiencias de terceros. 

Cuando uno se da cuenta de su propio estado límite, en donde esos conocimientos y recursos no le alcanzan , y tiene que salir a la búsqueda de nuevos conocimientos y saberes , a través de gestores, tutores o mentores que puedan facilitar el acceso  a los mismos  y a esta nueva experiencia por venir . 

El mundo está muy dinamizado en términos de información, desarrollo e innovación que cualquiera de estas cuatro ruedas no pueden quedarse estáticas sino que son completamente dinámicas. 

Para ser más pragmático e ir a los términos concretos  de las cuatro ruedas. La primera de las ruedas son los activos que tiene la empresa. Veamos esto, llamamos activos a todo bien que genera riqueza, ingresos y flujo,  y no podemos considerar  activos a los bienes que no generan y transforman beneficios para la empresa o emprendimiento. En el mundo de hoy, los bienes de una empresa deben generar transformaciones, caso contrario es innecesario tenerlos e inmovilizar recursos en ellos. 

La segunda rueda son las finanzas, lo que yo siempre llamo el aceite que hace que el motor funcione, no es la nafta, la nafta son los activos. El aceite es lo que hace que el motor esté lubricado y nunca se quiebre. Hace que la compañía tome o no un buen endeudamiento o tenga buena calidad de flujo de fondos o dinero circulantes, en una constante transformación, que le permita a cada compañía su evolución. Esto es importante para que la compañía no quede estática y paralizada. 

Posteriormente a esto, la tercera rueda son los gastos e inversiones innecesarias. ¿Cómo controló que cada uno de los gastos e inversiones que tengo, finalmente sean productivas para la empresa y para el objetivo de la empresa y no sean un ancla para que esa rueda esté parada o desinflada? Cualquier apalancamiento de gasto que una empresa haga, (llámese apalancamiento, la utilización de ese recurso para generar riqueza) tiene que ser positiva. En el momento que empieza a ser negativa esa rueda queda estática, y paralizada, y no facilita que el resto de las ruedas, activos y finanzas puedan girar.

Y finalmente, la última rueda es lo que yo llamo la “marca concepto”, que es lo que realmente la empresa o el emprendimiento vende y transfiere, ya sea por su propuesta de valor real, o por  su modelo de negocio. Es lo que el cliente valora y percibe en la propuesta del emprendimiento para intercambiar, transaccionar, interactuar y comerciar. Considerando esencial que esta propuesta de valor sea la traccionadora de todas las demás ruedas del emprendimiento o empresa.

Si estas 4 ruedas están equilibradas frente a cualquier situación como la que estamos viviendo o las que vamos a vivir, en términos de dinámica tecnológica, y organizacional, junto con la transformación económica mundial, va a permitirle a cualquier emprendimiento pyme a sostenerse en ese momento de tormenta.

Visto esto, sabemos que el desafío por mantener las 4 ruedas y al mismo tiempo atravesar la tormenta, parecería una tarea titánica. Si bien creo que todo es muy difícil, también considero que el margen de maniobra y ancho de banda de una Pyme es más versátil al momento de accionar y al defenderse en situaciones de crisis que en momentos de estabilidad.

Entender que mantener el estado activo de este desafío en el cual nos enfrentamos todos los días, hoy va más allá de la situación que atravesamos, en donde este no será eterno, y para atravesar y salir del mismo, las 4 ruedas tienen que estar activas y  en funcionamiento.

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