El primer ministro Nikol Pashinian dejó en claro que Armenia ya no intenta que países extranjeros y organismos internacionales reconozcan el genocidio armenio de 1915 en la Turquía otomana.
“Nuestra posición oficial es que el reconocimiento internacional del genocidio armenio no está hoy entre nuestras prioridades de política exterior”, dijo a periodistas turcos en una entrevista publicada por su oficina la noche del jueves 13 de marzo.
Es más, Pashinian cuestionó la sabiduría de las resoluciones sobre genocidio adoptadas por los parlamentos de docenas de naciones y reprobadas por Turquía, diciendo que socavan la estabilidad en la región.
“Cuando incluso países muy distantes toman tales decisiones y el entusiasmo o la alegría (en Armenia) se desvanecen, surge la siguiente pregunta: ¿qué nos aportan esas decisiones en nuestras relaciones con nuestros vecinos más cercanos?”, preguntó. “Cuando tenemos tensiones en nuestro vecindario más cercano, ¿en qué medida contribuyen esas tensiones a la estabilidad, la paz en nuestro país, en nuestra región, etc.?”.
Pashinian provocó una oleada de críticas en su país cuando, en esencia, cuestionó el genocidio durante una visita a Suiza el 24 de enero. Pashinian afirmó que los armenios deberían "entender lo que ocurrió" en 1915 y qué motivó la posterior campaña para el reconocimiento internacional de la masacre de aproximadamente 1,5 millones de armenios como genocidio. Pareció insinuar que potencias extranjeras, en particular la Unión Soviética, estaban detrás de esa campaña.
Historiadores armenios, figuras de la oposición y diplomáticos retirados expresaron su indignación por las declaraciones, afirmando que Pashinian ponía en duda la realidad del genocidio reconocido oficialmente por más de tres docenas de países, incluido Estados Unidos. Algunos afirmaron que esto forma parte de sus esfuerzos por congraciarse con Turquía, que sigue negando un intento deliberado del gobierno por exterminar a la población armenia del Imperio Otomano. Algunos grupos de la diáspora armenia, que desde hace tiempo han encabezado la campaña de reconocimiento, también condenaron las declaraciones de Pashinian.
El Primer Ministro insistió más tarde en enero en que no negaba el genocidio ni que estaba ayudando a Ankara a hacerlo pero, reiteró esas declaraciones a los periodistas turcos, quienes, según se informa, visitaron Armenia por invitación y a expensas del gobierno armenio.
Pero también subrayó en el mismo contexto: “Debemos trazar una línea entre la historia y el presente”.
Pashinian había causado un revuelo similar con su declaración en el 109 aniversario del genocidio, conmemorado en abril de 2024. La declaración puso énfasis en la frase armenia “Meds Yeghern” (Gran Crimen), en lugar de la palabra “genocidio”, y dijo que los armenios deberían “superar el trauma” generado por ello.
En su última entrevista, Pashinian también promocionó su política de acercamiento con Turquía, igualmente criticada por la oposición armenia. Afirmó que se ha producido un cambio muy significativo en las relaciones turco-armenias a pesar del fracaso de Ankara en implementar un acuerdo en el 2022 para normalizarlas parcialmente.
“Los representantes diplomáticos de Armenia y Turquía están en contacto directo constante entre sí”, dijo.
Ankara sigue condicionando la apertura de la frontera turco-armenia y el establecimiento de relaciones diplomáticas con Ereván a una solución del conflicto armenio-azerbaiyano aceptable para Bakú. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado que el acuerdo de paz armenio-azerbaiyano, debería contemplar un corredor terrestre a través de Armenia hasta el enclave azerbaiyano de Najicheván, fronterizo con Turquía.