Si seguimos imaginando nuestra situación y las cosas que debemos hacer con esta falta de seriedad y superficialidad, después de un tiempo celebraremos el 21 de septiembre como no se celebró el 2 de septiembre en Artsaj, en algún lugar. Sobre esto escribe el analista político Vahe Hovhannisian, miembro del grupo "Proyectos alternativos".
"Quedan pocos días hasta el 21 de septiembre, intentemos aprovechar estos días para responder algunas preguntas difíciles de la manera más honesta posible y encontrar soluciones racionales.
¿Cómo es posible que en el aniversario 33 del Estado independiente los procesos políticos opositores públicos, estén dirigidos por un clérigo? Esto habla de los profundos fracasos del Estado. Parecía que había tiempo suficiente para formar las instituciones políticas necesarias, tradiciones de lucha política, normas de vida pública, debates, convivencia, etc. Teníamos todo formal: Constitución, leyes, estructuras estatales, partidos, programas, concepto de seguridad, sueño nacional, objetivos declarados, etc., etc. Y de repente resultó que todo esto era una farsa.
Si el entorno crea un líder, entonces deberíamos intentar comprender el entorno, por muy doloroso que pueda ser ese proceso desde el punto de vista del autoconocimiento del estado de la sociedad, la calidad del liderazgo, el estado de las instituciones, el potencial nacional.
Nos amenazan con eliminarnos, llevar a cabo una limpieza étnica en nuestro propio país y destruir nuestra condición de Estado. Han hecho la mitad del trabajo, se están preparando para la continuación. Seremos el primer Estado que vea la catástrofe y la espere tranquilamente, en condiciones de un parlamento que funcione pacíficamente y de instituciones políticas formalmente existentes.
Hasta el 21 de septiembre, 33º aniversario de la independencia, intentaré que estos temas sean objeto de debate uno tras otro. Para salir de este infierno, debemos ser lo más honestos posible con nosotros mismos y con los demás. Las semillas de esta conversación abierta ya son visibles en el ámbito público, y eso es muy importante. El proceso es importante.
"La honestidad racional es la condición previa que nos permitirá consolidar el potencial saludable nacional para detener el mayor desastre posible", escribió.