El 18 y 19 de agosto, el presidente ruso, Vladimir Putin, visitó Azerbaiyán durante dos días, coincidiendo con los combates que se están librando en la región rusa de Kursk tras la invasión del ejército ucraniano.
El comunicado oficial del Kremlin afirma que las conversaciones se centrarán en el fortalecimiento de las relaciones aliadas y estratégicas entre Azerbaiyán y Rusia. Putin también abordó el proceso de paz entre Azerbaiyán y Armenia con el presidente Ilham Aliyev, un tema crítico para Armenia.
En general, las relaciones entre Azerbaiyán y Rusia se han ido estrechando desde el inicio de la guerra en Ucrania. Según fuentes oficiales, los rusos son el principal país de origen de los visitantes a Azerbaiyán, con más de 600.000 llegadas en 2023. Rusia representa dos tercios del volumen de comercio exterior de Azerbaiyán con los países de la CEI, unos 4.400 millones de dólares anuales. Además, las relaciones entre Rusia y Azerbaiyán están experimentando un crecimiento dinámico en todas las direcciones.
Para Rusia, la venta de gas a los países de la Unión Europea a través de Bakú se volvió crucial después de que las sanciones paralizaran las ventas directas, obligando a Moscú a recurrir a intermediarios. Como sostiene Kiril Krivosheev, “las exportaciones rusas de petróleo y gas a través de Azerbaiyán aumentaron significativamente después de que Rusia perdiera el acceso a gran parte del mercado europeo tras la invasión de Ucrania. Esto significa que en invierno, Azerbaiyán puede exportar más de su propio gas y satisfacer la demanda interna con gas ruso.
“De la misma manera, las exportaciones de petróleo ruso a Azerbaiyán se cuadriplicaron en 2023. En ambos casos, el volumen total de las exportaciones no es enorme, pero la guerra en Ucrania hace que tenga una importancia desproporcionada para Moscú. Azerbaiyán también se ha convertido en un socio insustituible para Rusia en lo que respecta al transporte de mercancías hacia y desde Irán y los puertos del Golfo Pérsico. No es casualidad que el transporte a lo largo del Corredor Norte-Sur fuera uno de los principales puntos de discusión entre Putin y Aliyev en su reunión de abril de 2023”.
Bakú ha apoyado eficazmente a Moscú en esta situación. En la misma línea, durante la reunión con Aliyev en Bakú, Putin mencionó que las conversaciones pueden tener lugar no sólo sobre energía, sino también sobre cooperación industrial, transporte, logística e industria ligera.
En los últimos años, Armenia no reconoció debidamente un cambio geopolítico influenciado por los planes estratégicos de Rusia, lo que llevó a las circunstancias actuales. En febrero de 2023, Azerbaiyán y Rusia firmaron un acuerdo de alianza estratégica, reconociendo formalmente la importancia de Azerbaiyán para Rusia, una realidad ya reconocida en la práctica. Por otro lado, Ereván dejó de obstruir el desarrollo estratégico de las relaciones entre Moscú y Bakú. De hecho, el panorama de las relaciones entre Rusia y Azerbaiyán cambió drásticamente después de la guerra de 2020, cuando Azerbaiyán, aliado de Turquía, derrotó a Armenia, aliado de Rusia.
La alianza estratégica entre Ereván y Moscú se vio efectivamente dañada, lo que permitió a Rusia relacionarse más libremente con Bakú, sin temor a crear complicaciones con Ereván. Rusia, preparándose para la guerra en Ucrania, trató de evitar tensiones adicionales en el Cáucaso Sur y minimizar la influencia de Turquía en Bakú y la región más amplia del Cáucaso Sur. Al mismo tiempo, Moscú se propuso mantener su posición en el Cáucaso Sur, especialmente después de perder su papel como mediador en las negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán cuando Ereván y Bakú iniciaron conversaciones directas.
No parece clara la posible participación de Rusia en el llamado corredor Zangezur, que le proporcionaría una posición estratégica en el Cáucaso meridional, pero Ereván, Bruselas, Teherán y Washington se oponen a esta posibilidad.
No olvidemos que Georgia y Azerbaiyán tienen frontera común con Rusia, pero Armenia no. Si Rusia tuviera que elegir, por supuesto priorizaría Bakú y Tbilisi en lugar de Ereván, que no tiene nada más que ofrecer a Moscú.
También es importante recordar que, tras la invasión rusa de Ucrania y la imposición de sanciones occidentales, Moscú suspendió las exportaciones de gas a los países europeos. En respuesta, Azerbaiyán firmó un acuerdo con la Unión Europea y se comprometió a aumentar las exportaciones de gas para abastecer a los países europeos que se habían quedado sin gas ruso. Pero, en realidad, Rusia suministraba gas a Europa a través de Azerbaiyán, ya que este país no tiene tanto gas como Rusia para cubrir la demanda europea.
Volviendo a la reunión de Bakú, Putin dijo: “Por supuesto, ayer tocamos este tema y hoy lo seguiremos haciendo: se trata de la solución de la situación en el Cáucaso Sur. Es evidente y conocido que Rusia se enfrenta a crisis, también, y sobre todo, en dirección a Ucrania. Pero la participación histórica de Rusia en la situación en el Cáucaso Sur, especialmente en los últimos años, requiere nuestra participación en estos eventos, por supuesto, en las áreas en las que las partes lo desean, sin duda. Si podemos hacer algo para lograr la firma de un acuerdo de paz entre Azerbaiyán y Armenia, para avanzar en la delimitación y demarcación de fronteras y para desbloquear las rutas logísticas y económicas correspondientes, como hemos discutido muchas veces, estaremos muy contentos de hacerlo. Por supuesto, después de mi visita a Azerbaiyán, me pondré en contacto con el Primer Ministro [Nikol] Pashinian para compartir los resultados de nuestras conversaciones. Sé que Azerbaiyán está centrado en completar todos los procedimientos relacionados con la solución total, esto lo sé bien. Hablaremos de ello”.
Mientras escribía este artículo, estaba esperando leer la transcripción de la conversación entre los dirigentes ruso y armenio antes mencionados para obtener más información sobre la reunión en Bakú. A fecha del 21 de agosto, la conversación telefónica no se había producido o se había realizado de forma privada.