Por supuesto, hay gran parte de verdad en la declaración del Secretario del Consejo de Seguridad de Armenia, Armen Grigorian, pero el problema es, ¿por qué Rusia actuó así y por qué no actuó así hasta ahora?.
El politólogo Armen Baghdasarian planteó esta cuestión en una conversación con el corresponsal de Azg.am, refiriéndose a la declaración de Armen Grigorian de que "Rusia vino, nos quitó Nagorno Karabaj de nuestras manos y la devolvió a Azerbaiyán".
Según el politólogo, el hecho de que Artsaj fue entregado a Azerbaiyán con el permiso de Rusia está claro, pero evidentemente se debió a la política absolutamente incompetente de las autoridades de la República de Armenia.
"En otras palabras, no se debe culpar sólo a Rusia. Rusia, como siempre, se guió por sus intereses, pero siempre se debe preguntar a las autoridades de Armenia por qué implementaron tal política exterior que a Rusia le convenía entregar Artsaj.
Este es el principal problema. Por supuesto, sin el consentimiento tácito de Rusia, Azerbaiyán no habría cometido tal agresión. Azerbaiyán siempre ha querido resolver el problema por la fuerza, pero sólo pudo hacerlo durante el gobierno de Nikol Pashinian. La política de Nikol Pashinian dio a Rusia razones no sólo para seguir silenciosamente los procesos en torno a Artsaj, sino también, incluso para apoyar a Azerbaiyán en algunas cuestiones. Recordemos la declaración del ex Ministro de Defensa de la Federación de Rusia de que en Artsaj se llevó a cabo una compleja operación conjunta con Azerbaiyán", dijo Armen Baghdasarian.
Nuestro interlocutor enfatizó que Nikol Pashinian y el gobierno actual no sólo no tomaron ninguna medida para evitar la entrega de Artsaj a Azerbaiyán, sino que también demostraron con sus continuas declaraciones que consideraban la entrega de Artsaj un paso importante en el camino hacia la soberanía de la República de Armenia. En otras palabras, las autoridades actuales de Armenia consideraron la entrega de Artsaj como un proceso muy positivo, porque consideraban a Artsaj como una soga en el cuello de Armenia.
"Si así se piensa, entonces hay motivos fundados para afirmar que las autoridades deliberadamente hicieron todo lo posible para cerrar la cuestión de Artsaj de una vez por todas.
He dicho repetidamente en varias entrevistas que la percepción que Occidente tiene de Artsaj siempre ha sido la siguiente. Si hay armenios en Artsaj, también hay fuerzas de paz rusas. Si no hay armenios en Artsaj, tampoco habrá fuerzas de paz rusas; por lo tanto, a Occidente en general le convenía que no hubiera armenios en Artsaj.
Las últimas declaraciones muestran que el gobierno de Nikol Pashinian tuvo exactamente el mismo enfoque con respecto a Artsaj, es decir, consideraron que si Artsaj debía seguir siendo armenio debido a la presencia rusa, entonces sería mejor que no hubiera armenios allí. Y eso es exactamente lo que hicieron estas autoridades, es decir, en este asunto Nikol Pashinyan no se guió por los intereses colectivos armenios, sino por los intereses colectivos de Occidente", concluyó Armen Baghdasarian.