Durante los días de la llamada "revolución de terciopelo" y después, en la calle, en una tienda o en cualquier otro lugar, personas que me conocían o completos desconocidos, me preguntaban: "¿Cuál será el final?". Tenía una respuesta para todas ellas: "¡Qué sea buenol!"

El final, como vimos y seguimos viendo, no terminó...

Perdimos una gran parte de nuestra ya pequeña Patria, Artsaj, perdimos y seguimos perdiendo otros territorios, perdimos miles de valientes guerreros, ciudades, edificios, aldeas, convertimos a 150 mil personas en refugiados...

Nosotros no, lo hizo, con su grupo de aventureros. Lo hicieron por nuestra culpa, nuestra debilidad, impotencia...

Ahora, aunque tarde, ha llegado el momento del despertar, del levantamiento popular. Es hora de detener la mano del forajido. Una persona, que incluso en su lecho de muerte, es capaz de firmar una carta de traición en nombre de "la paz y la seguridad", y todavía se jacta, como en la última reunión de gabinete, de que su gobierno ha registrado un éxito "sin precedentes", o de que se obtuvo un lógro "sin precedentes" en la historia. Las antiguas aldeas armenias, posiciones defensivas fuertes, carreteras vitales fueron entregadas al enemigo...

Una traición verdaderamente "sin precedentes" e "invisible". Pisoteando la Constitución y las leyes, el principal responsable, denigra a la democracia y al movimiento popular, a decenas y decenas de miles de personas y a su Líder que cada noche están de guardia en las plazas y calles.

El Movimiento, que nació precisamente con el propósito de no entregar pueblos y territorios al enemigo, plantarse contra la entrega, nos lleva a todos nosotros, a ver la realidad. De hecho, crea una esesperanza para las multitudes de personas que todavía muestran la voluntad de rebelarse y luchar. Así, de hecho, está empujando al pueblo, especialmente a la apasionada juventud.

El momento más sensible y más peligroso para el movimiento es ahora...

Como perverso doble y repetido, Nikol busca apagar la antorcha del patriotismo, desesperar al pueblo, oponerse, profundizar la brecha entre los ciudadanos y la policía, establecer el estado de emergencia en el país, involucrar a todas las fuerzas de seguridad, incluso al ejército, en acciones de opresión, angustia y persecución, utilizando una estrategia de carácter divisivo con su talento natural de agitador, sin rehuir del uso del soborno y otros métodos nefastos que conoce bien.

La dirección del movimiento "Tavush por la Patria", encabezado por Bagrat Srpazan y sus seguidores, debe estar atenta, diligente y coherente. Evitar las trampas toda costa. Todavía llevará mucho tiempo completar la tarea de salvar la Patria y su condición de Estado.

Y si hoy me preguntan: "¿Cuál será el final?", responderé sin dudarlo. "¿Qué dictador aguantó hasta el final...?. El final será bueno."