YEREVÁN (Azatutyun) – Apenas unos días después de la última ronda de conversaciones sobre la delimitación de la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, esta exigió pasados unos días que Armenia se retirara inmediata e incondicionalmente de cuatro aldeas fronterizas.

La oficina del Viceprimer Ministro Shahin Mustafayev, que encabezó la delegación azerbaiyana en las conversaciones del 6 de marzo, dijo que “no hay dudas sobre su pertenencia a Azerbaiyán”.

Las aldeas en ruinas se encuentran entre ocho zonas fronterizas, la mayoría de ellas enclaves dentro de Armenia, que estaban controladas por Azerbaiyán en la época soviética y ocupadas por el ejército armenio a principios de los años 1990. Por su parte, la parte azerbaiyana se apoderó en ese momento de un enclave armenio más grande, así como de grandes extensiones de tierras agrícolas pertenecientes a esta y varias otras comunidades fronterizas de Armenia. Ocupó más territorio armenio durante los enfrentamientos fronterizos de 2021 y 2022.

El gobierno armenio dice que un total de 200 kilómetros cuadrados del territorio de Armenia, internacionalmente reconocidos adyacentes a 31 comunidades armenias, están ahora controlados por Azerbaiyán. Dice que está dispuesto, en principio, a considerar la posibilidad de intercambiar los antiguos enclaves azerbaiyanos por esas tierras o buscar otras soluciones de compromiso.

Reafirmando la posición de Bakú sobre la cuestión, la oficina de Mustafayev afirmó que Azerbaiyán nunca ocupó ningún territorio armenio. Dijo que la “liberación inmediata” de las cuatro aldeas debe tener lugar antes de que las dos partes comiencen a delimitar y demarcar sus fronteras. El proceso de delimitación debe resultar en la retirada armenia de las otras cuatro áreas en disputa, dijo.

El gobierno armenio no hizo comentarios sobre la demanda hasta el lunes pasado por la tarde. La oficina del homólogo armenio de Mustafayev, Mher Grigorian, no tuvo prisa por responder a una pregunta escrita del Servicio Armenio de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL).

Vagharshak Akobian, un parlamentario progubernamental, instó a los periodistas a seguir esperando una reacción oficial. También dijo vagamente que las conversaciones fronterizas entre países de todo el mundo suelen dar lugar a concesiones territoriales mutuas.

Los legisladores de la oposición estaban preocupados por el desarrollo. Uno de ellos, Gegham Manukian, dijo que Azerbaiyán podría utilizar la posición y las declaraciones ambiguas del Primer Ministro Nikol Pashinian sobre el tema para legitimar una “nueva agresión” contra Armenia.

Ereván insiste en utilizar los mapas militares soviéticos más recientes para determinar la larga frontera entre los dos países del sur del Cáucaso. Bakú rechaza la idea respaldada por la Unión Europea.

Las persistentes disputas fronterizas son un obstáculo clave para la firma de un tratado de paz entre Armenia y Azerbaiyán. En una entrevista con la televisión estatal turca transmitida a fines de la semana pasada, el ministro de Relaciones Exteriores, Ararat Mirzoian, se quejó de que Bakú ahora no quiere que el tratado haga referencia alguna a la declaración de Almaty de 1991 de las ex repúblicas soviéticas independientes, que certificaron sus fronteras de la era soviética.