En los últimos días ha surgido una ola de quejas, al menos graves, en los círculos oficiales y de expertos rusos, relacionadas con algunas declaraciones del primer ministro de la República de Armenia, Nikol Pashinian, y con los acontecimientos en Armenia, a las que Moscú tradicionalmente reacciona con nerviosismo.  

Nos referimos a las críticas sobre las fuerzas de paz rusas referidas a la situación en el corredor Berdzor, y al descontento de Pashinian con el comportamiento de Moscú como aliado en una entrevista con un periódico italiano días pasados, o a la respuesta de nuestro portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores a otra acusación del representante del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, y a la cuestión de la adhesión al Estatuto de Roma del Parlamento armenio, y al ejercicio militar conjunto armenio-estadounidense que se celebra en Armenia en contraposición con la misión de mantenimiento de la paz.

La agencia de noticias moscovita "Eurasia Daily", que se ocupa activamente de estas cuestiones, tituló uno de sus artículos publicado el 3 de septiembre de la siguiente manera: "Pashinian no discute con Bakú sobre los derechos de Karabaj, pero insiste en que Moscú debería discutir". Se trata de la situación en la que la parte rusa, representada por su Ministerio de Asuntos Exteriores, acusa al Primer Ministro de Armenia de reconocer a Artsaj como parte de Azerbaiyán y con ello cambiar la situación, mientras que la parte armenia declara esto como una excusa de Rusia para no cumplir su compromiso en materia de el corredor Berdzor (Lachin). Aparentemente, se plantea la idea expresada por el presidente de la Asamblea Naciona de Armenia, Alen Simonyan, de que todos reconocen la integridad territorial de Azerbaiyán, incluido el presidente ruso Putin que en su entrevista del 17 de noviembre de 2020 dijo que Karabaj es parte de Azerbaiyán.

Sobre esto último dice el artículo, el líder ruso destacó al hacer esa declaración, "desde el punto de vista del derecho internacional". Según el autor del artículo, esa referencia no está fuera de lugar, el derecho internacional exige respetar el principio de integridad territorial, incluida la integridad territorial de Azerbaiyán, pero otro principio del derecho internacional, fijado en blanco y negro en la Carta de la ONU, dice sobre el derecho de los pueblos a la autodeterminación, como principio internacional del derecho fundamental. Y en el contexto del desarrollo de una combinación de estos dos, las negociaciones tuvieron lugar después de la primera guerra de Karabaj, Moscú también adoptó el mismo enfoque en 2020 al redactar el texto de la declaración tripartita del 9 de noviembre. Y eso es exactamente de lo que habló Putin en el foro de Valda, afirmando en respuesta a la pregunta de Alexander Iskandarian.

Por supuesto, los detalles de tales afirmaciones pueden ser discutidos, pero ese es un tema para una conversación separada. En el artículo mencionado, sin embargo, hay al menos una pregunta que tal vez no esté de más recordar en un futuro próximo, si de todos modos vamos a intentar cambiar algo.

Como señala el autor del artículo, Pashinian habla de reconocer a Artsaj como parte de Azerbaiyán después de Praga, pero no dice una palabra sobre el derecho de Artsaj a la autodeterminación. El panorama sería completamente diferente si hubiera dicho eso junto con el reconocimiento de la integridad territorial de Azerbaiyán. Aliyev, por supuesto, no estaría de acuerdo. Pero en ese caso, Pashinian podría decir por su parte. "Sí, reconocemos la integridad territorial de Azerbaiyán, pero al mismo tiempo, Ereván enfatiza el derecho de Artsaj a la autodeterminación y, como sujeto de derecho internacional, contribuirá a la realización de ese derecho de conformidad con la Carta de la ONU. Un derecho legal que en el caso de Artsaj (este mismo nombre aparece en el artículo) no se refleja en los documentos internacionales, incluidas las declaraciones de los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE.

Según la publicación, resulta que Ereván no tiene ninguna disputa con Bakú, respecto a Artsaj, rechaza completamente a Artsaj, pero insiste en que Moscú continúe la disputa con Bakú.  

¿Será esto cierto o no? Tal vez éste es el problema.