LONDRES, 3 sep (Reuters) - El primer ministro de Armenia dijo que la política de su país de depender únicamente de Rusia para garantizar su seguridad, fue un error estratégico, porque Moscú no ha podido cumplir y está en proceso de reducir su papel en la región en general. .
En una entrevista con el periódico italiano La Repubblica publicada este domingo, Nikol Pashinian acusó a Rusia de no garantizar la seguridad de Armenia ante la agresión del vecino Azerbaiyán sobre la región separatista de Nagorno-Karabaj.
Pashinian sugirió que Moscú, que tiene un pacto de defensa con Armenia y una base militar allí, no consideraba a su país lo suficientemente prorruso y dijo que creía que Rusia estaba en el proceso de abandonar la región más amplia del Cáucaso Sur.
Por lo tanto, Ereván está tratando de diversificar sus acuerdos de seguridad, en aparente referencia a sus vínculos con la Unión Europea y Estados Unidos, y sus intentos de forjar vínculos más estrechos con otros países de la región.
"La arquitectura de seguridad de Armenia estaba vinculada en un 99,999% a Rusia, incluso en lo que respecta a la adquisición de armas y municiones", dijo Pashinyan a La Repubblica.
"Pero hoy vemos que la propia Rusia necesita armas y municiones (para la guerra en Ucrania) y en esta situación es comprensible que, incluso si lo deseara, la Federación Rusa no pueda satisfacer las necesidades de seguridad de Armenia.
"Este ejemplo debería demostrarnos que depender de un solo socio en materia de seguridad es un error estratégico".
Sus palabras subrayan el resentimiento dentro de Armenia por lo que muchos ven como un fracaso de Rusia en defender sus intereses.
No hubo respuesta inmediata a la entrevista de Pashinian desde Moscú, que ha presidido las conversaciones entre Ereván y Bakú en lo que dice es la compleja búsqueda de un acuerdo de paz.
En el pasado, Moscú se ha refrenado ante tales críticas, ha defendido sus acciones y ha rechazado la idea de que haya rebajado sus prioridades de política exterior a causa de Ucrania.
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Nagorno-Karabaj es reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero sus 120.000 habitantes son predominantemente de etnia armenia. Se separó del control de Bakú en una guerra a principios de los años 1990. En 2020 volvieron a producirse intensos combates hasta que Rusia negoció un alto el fuego.
Pashinian acusó a las fuerzas de paz rusas desplegadas para mantener el acuerdo de alto el fuego de no hacer su trabajo.
