El gobierno de Azerbaiyán ha estado sobornando a los legisladores europeos en un intento de ocultar su infame historial de derechos humanos. La ex miembro del parlamento y ex delegada armenia en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) Tatev Hayrapetian, advirtió el 18 de julio, que Azerbaiyán continuará con sus prácticas de sobornar a los funcionarios europeos, pero con más cautela.
La infame “diplomacia del caviar” de Azerbaiyán de sobornos sistemáticos, que ayudó a ocultar su historial de derechos humanos, ha dado lugar a investigaciones y condenas.
El Parlamento Europeo adoptó una resolución el 13 de julio sobre recomendaciones para la reforma de las reglas del Parlamento Europeo sobre transparencia, integridad, rendición de cuentas y anticorrupción.
La resolución menciona violaciones por parte de varios países y organizaciones, incluidas las acciones del gobierno de Azerbaiyán.
“… Considerando que Azerbaiyán ha llevado a cabo operaciones de influencia a gran escala, que involucran fuertes sospechas de corrupción, contra miembros de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa; mientras que Azerbaiyán ha logrado evitar investigaciones sobre sus elecciones y blanquear su historial de derechos humanos”, dice la cláusula T de la resolución .
Hayrapetian dijo: “Los escandalosos informes prueban que las acciones de Azerbaiyán en PACE involucran una amplia red y que el jefe de la delegación de Azerbaiyán, Samad Seyidov, está directamente involucrado en actividades delictivas. Cuando íbamos a Estrasburgo, los azerbaiyanos ya estaban actuando con mucha cautela. No obstante, los hechos permanecen y Seyidov continúa al frente de la delegación de Azerbaiyán”.
A pesar del escandaloso derrocamiento de Pedro Agramunt como presidente de PACE en 2017, no se detienen las prácticas del régimen de Aliyev, la Diplomacia del Caviar continúa hasta el día de hoy, advirtió la experta.
Agramunt y muchos otros funcionarios sirvieron en PACE durante mucho tiempo y su parcialidad contribuyó a la redacción pro-azerí que no reflejaba la situación ni los desarrollos internos azeríes ni en torno al conflicto de Nagorno Karabakh. Finalmente, todos los datos se recopilan y Bakú los convierte en una herramienta. Se dan a conocer los hechos, se juzga a los perpetradores, pero el enorme daño permanece, dijo.
“Azerbaiyán no es criticado por sus numerosos presos políticos y violaciones de los derechos humanos, mientras que los países europeos son criticados por los mismos hechos. Resulta que hay buenos y malos déspotas para Europa, siendo Aliyev el llamado déspota aceptable en este caso, lo que a su vez lo destaca aún más en nuestra región. Además, los azerbaiyanos demuestran que las resoluciones de PACE no significan nada para ellos, ignoran las organizaciones a las que pertenecen. Si estas organizaciones mostraran un enfoque de principios, habrían considerado expulsar o suspender a Azerbaiyán, obligando a esta a respetar las resoluciones europeas”, dijo Hayrapetian.