"Por el momento, Artsaj ni siquiera recibe bienes humanitarios, los pacientes gravemente enfermos se ven privados del traslado a Ereván.
Las acciones de Azerbaiyán, los mensajes oficiales, la difusión de tesis absurdas, muestran que Azerbaiyán está tratando de forzar la situación tanto en dirección a Artsaj como de Armenia. Desafortunadamente, Pashinian y su gobierno, en lugar de dar los mensajes correctos al público y tomar las medidas adecuadas en este momento difícil y fatídico, continúan haciendo circular tesis que apuntan a los cimientos de nuestro estado. Desde el "mapa catastral", hasta la sustitución del monte Masis por Aragats, estas tesis tienen un objetivo: evitar que nos demos cuenta de la gravedad de la situación.
Después de los anuncios sobre el reconocimiento de Artsaj como parte de Azerbaiyán, Pashinian comenzó a pronunciar discursos, con los que intenta cuestionar la existencia del estado armenio en general. He mencionado repetidamente que el rechazo a Artsaj será destructivo para el estado armenio y Pashinian lo demuestra con sus acciones.
Resulta que mientras Aliyev apunta a Artsaj y Armenia, Pashinian ataca los pilares de nuestro sistema de valores desde adentro: el ejército, la religión, el estado, la memoria histórica, la importancia de reconocer el Genocidio, el problema de Artsaj... Tal política. que está implementando, debilita nuestra resistencia, trata de quebrantar nuestra dignidad nacional.
En este fatídico destino, es importante que tanto en Armenia como en Artsaj hagamos juicios sobrios, no cedamos ante provocaciones informativas y psicológicas, y no sigamos agendas falsas. Tenemos el potencial para salvar a Artsaj y sacar a Armenia de esta situación. Tenemos que ir por ese camino, porque de lo contrario enfrentaremos la pérdida del estado y seremos los principales culpables”.