La semana estuvo llena de tanta emoción que es difícil seguir todos los eventos. Hoy tenemos una Armenia tan irreconocible en todos los aspectos que una serie de realidades son difíciles de describir. ¿Cuánto vale el incidente que involucra a Ashot Pashinan? (hijo del Primer Ministro, sobre su aparente intento de secuestro), bueno, ¿no hay nadie instruyendo a Ashot Pashinian sobre los aspectos técnicos y de seguridad de ser el hijo del primer ministro, para que sepa lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer? Para que no aparezca entre los padres de nuestros jóvenes caídos, que están en un pico emocional y caen en otra historia desagradable, lo que hace que el padre sea entregado a las fuerzas del orden. De todos modos, lo que pasó está más allá del entendimiento humano, algo nuevo y muy desagradable. 

De todos modos, veámoslo en el contexto de varios métodos importados que se han utilizado en Armenia hace algún tiempo, y especialmente en los últimos cinco años.

Haciendo caso omiso y saltando el golpe psicológico, hablemos de lo más importante de la semana.

Cuando, tras la reunión tripartita celebrada en Bruselas el pasado domingo, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se reservó el derecho de anunciar que se había alcanzado un acuerdo sobre el reconocimiento mutuo de la integridad territorial de Azerbaiyán y Armenia, según el Tratado de Almaty, al tiempo que especificó superficies específicas de territorios, lo que dejó claro que el Primer Ministro de Armenia acordó reconocer la integridad territorial de Azerbaiyán, incluido Artsaj, sin mencionar en absoluto que antes del Tratado de Almaty, la región autónoma de la Unión Soviética, Karabaj, ya tenía proclamada su autodeterminación antes de la adopción de ese tratado. 

Armenia y Artsaj finalmente entendieron objetivamente que algo muy malo está pasando, hubo desacuerdos y contraargumentos de ambos países, incluso de Artsaj con la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores. Incluso desde Moscú, a nivel del representante del Ministerio de Asuntos Exteriores, hubo énfasis de desconfianza en llegar a acuerdos con el formato occidental. Y el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, con una insinuación directa, recordó la no firma por parte de Armenia del documento del OTSC, como una contramedida dirigida a la seguridad y estabilidad de Armenia (¿es esto una amenaza?, se preguntaría el plebe).

El hecho de que ningún funcionario de Armenia pueda firmar un documento que contradiga la Constitución y las leyes de Armenia, está claro que no le concierne al presidente del Consejo Europeo, ni al Occidente colectivo, pero tampoco a los líderes de nuestro país tampoco.

Esto no está claro…Nadie suspendió la disposición de la Constitución de Armenia, según la cual Armenia es el garante de la seguridad de Artsaj, no cambió la decisión del Consejo Supremo de Armenia en 1992, tomada por iniciativa de la República de Armenia, según la cual Armenia no puede firmar ningún documento internacional, por el cual Artsaj será parte de Azerbaiyán.

Incluso con una demanda legalmente letrada relacionada con declaraciones orales, el líder que expresó tal intención puede ser responsabilizado, ya que la disposición pertinente no ha sido eliminada de la Constitución, ya que la decisión del Consejo Supremo no ha sido cancelada ni modificada por una nueva decisión de la Asamblea Nacional. Sin mencionar que si se trata de intercambiar territorios (enclaves o algunos territorios fronterizos con mayor demarcación), no es posible en absoluto sin un referéndum. 

En este sentido, lo anterior también se refiere a la reafirmación por parte de Nikol Pashinian de la intención de reconocer los territorios de Armenia y Azerbaiyán con fronteras soviéticas después de Bruselas en Reykjavik, la capital de Islandia, donde recordó, con el apoyo de Michel y Macron, la intención de arreglo en el espíritu del Acuerdo de Praga de octubre del año pasado, basado en la Declaración de Alma Ata de 1991, según la cual las fronteras administrativas de la Armenia soviética y el Azerbaiyán soviético se convierten en fronteras estatales, es decir, Armenia reconoce el territorio de 86,6 mil kilómetros cuadrados de Azerbaiyán, Azerbaiyán reconoce el territorio de 29,8 mil kilómetros cuadrados de Armenia. Y la tercera reconfirmación de esas cifras la hizo Nikol Pashinian en la última reunión del gobierno, cuando no se dice claramente dónde queda Artsaj, sino que solo se discuten sus derechos y seguridad.

Que convertir esta intención en un documento firmado es inconstitucional (especialmente reconocer a Artsaj como parte de Azerbaiyán), y ningún líder puede hacer eso hasta que la Asamblea Nacional, el autor de mis líneas y cuatro otros periodistas dirigieron esta pregunta al vicecanciller Mnatsakan Safarian en diferentes formas los otros días, quien no dio ninguna respuesta a las cinco preguntas, limitándose a un recordatorio sobre las negociaciones en curso. En ese caso, ¿por qué expresar tal intención a nivel de un representante del estado sin terminar las negociaciones, debería considerarse un ataque psicológico contra el pueblo armenio con la analogía de que cuando un paciente muere después de una larga enfermedad, es como si lo vamos acostumbrando a esa condición.

Después de las reuniones europeas (Bruselas y Reikiavik), habrá una reunión tripartita a nivel de cancilleres en Moscú el 19 de mayo, y el 25 de mayo, Putin invitó a Pashinian y Aliyev a una reunión en Moscú, esta, bajo presión, y ¿a qué presión de polo se cederá finalmente?

Aunque no creemos que los polacos tengan puntos de vista diferentes sobre este tema específico, nos referimos al contexto de intereses, especialmente a la nueva opinión del secretario general de la OTSC, Imanghali Tasmagambetov (ups, me duele la boca) de que la OTSC espera un tratado de paz lo antes posible. La competencia directa está en el campo de quién hará que Armenia firme antes el papel desfavorable: ¿Occidente o Rusia?

Según las previsiones, el 1 de junio se podrá determinar ese papel desfavorable en la reunión de cinco partes con la participación del presidente francés y el canciller alemán en el marco de la Cumbre de la Comunidad Política Europea en Moldavia (también se hablaba de firmarlo más temprano). 

Se espera una nueva reunión en Bruselas en julio, y otra reunión de cinco participantes está programada para octubre. Esta última información dada por el primer ministro en la reunión de gobierno sugiere que el proceso puede extenderse, de ser así, nos permitirá ganar tiempo hasta que se aclaren las aguas turbias que mezclan los grandes del mundo.

En todo caso, nuestros gobernantes deben recordar que la impugnación de decisiones o firmas inconstitucionales tendrán sus consecuencias. Muchos expertos constitucionalistas en estos días, consideraron inconstitucional expresar intenciones en nombre de Armenia, que contradicen nuestra legislación. Incluso la firma del documento de noviembre del 2020 no tuvo trámites legales, también es un documento inconstitucional, pero con una excusa, que era un estado de guerra, había una urgencia de parar la guerra, y en nuestra situación no puede ni debe haber tal excusa. Además, Azerbaiyán está disparando y matando a nuestros soldados en estos mismos días. ¿No les dice esto, que ni siquiera el documento firmado, detendrá a Azerbaiyán?

Para ser más elocuentes, citemos una parte de la declaración firmada por varios partidos de Armenia y Artsaj, considerando inadmisible la firma de cualquier documento que planee dejar a Artsaj dentro de Azerbaiyán.

Cualquier negociación según la cual, las autoridades armenias aceptaran que Artsaj sea parte de Azerbaiyán, ignorando el derecho a la autodeterminación, carece de base legal, porque contradice a la Carta de la ONU, al Acta Final de Helsinki, La Constitución y la legislación de la República de Armenia y a la Constitución de la República de Artsaj.

El único formato reconocido internacionalmente de las negociaciones sobre Artsaj, son los documentos adoptados por los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE, durante las negociaciones.

Estas son formulaciones más completas, independientemente del maximalismo detallado. Estas disposiciones son absolutas, sin importar qué fuerzas de oriente u occidente evoquen. 

Todo armenio consciente debe firmar bajo ellos, independientemente de las simpatías políticas, el cargo que ocupe, el grado de resistencia de oposición.Simplemente no puede haber un líder de Armenia que ignore todos estos puntos. La Asamblea Nacional Armenia no se unió a esta declaración citando diferencia de enfoques.

¿Qué puede seguir a la firma de un documento de paz que nos sea desfavorable?, sobre todo porque la guerra ruso-ucraniana no se ha resuelto, ni se ha elegido todavía al presidente de Turquía (incluso la imagen de los votos de dos candidatos, que difieren poco uno del otro, sugiere que en Turquía también los polos en colisión del mundo todavía no tienen ninguna ventaja visible entre sí en ese país específico) - No sé por qué los armenios deberían apresurarse y firmar un documento que complicaría nuestra situación al adelantarse a esos procesos de intereses opuestos.