He tenido la oportunidad de señalar muchas veces en mis artículos anteriores que la única oportunidad para Armenia en este difícil período de su historia es alinear sus intereses con aquellos estados que otorgan una importancia fundamental a nuestra región.
En esta serie de artículos, mi objetivo será presentar las oportunidades y los desafíos que enfrenta hoy Armenia y las soluciones que podrían ser de fundamental importancia para nuestro futuro. No olvidemos que la única oportunidad positiva en este momento es formar un ejército listo para el combate y adquirir armas de autodefensa, así como el desarrollo de una política exterior proactiva, equilibrada y profesional.
Este contexto, me dirigiré en primer lugar a Irán, un país amigo y vecino de Armenia, que tiene serios problemas con Occidente, en particular con los EE. UU., y ha estado bajo sanciones durante décadas. Naturalmente, bajo tales condiciones, surge la pregunta de hasta qué punto es posible cooperar con Irán sin estropear las relaciones con los EE. UU. La respuesta a esta pregunta es clara. Definitivamente sí existe tal oportunidad de cooperación.
En primer lugar, debe tenerse en cuenta que, para crédito de Washington, EE. UU. nunca ha exigido que Armenia detenga por completo el comercio, la cooperación y todo contacto con Irán. Para crédito de Teherán, Irán nunca ha enfrentado a Armenia con tal dilema tampoco. Esto significa que ambos estados comprenden las capacidades limitadas de Armenia para cooperar en la región, teniendo en cuenta el enfoque agresivo de Turquía y Azerbaiyán hacia Armenia y el bloqueo implementado desde la independencia de Armenia.
De hecho, EE. UU. nunca ha impuesto sanciones contra las organizaciones armenias por cooperar con Irán. Si bien las compañías aéreas y los bancos iraníes que operan en Armenia han sido objeto de sanciones, esto no se debió a que operaran en Armenia, sino por ser iraníes.
Ahora pasemos a las preguntas principales. ¿Qué intereses comunes tienen Armenia e Irán? En primer lugar, tengamos en cuenta que Armenia tiene dos ventanas al mundo exterior, Georgia e Irán. En segundo lugar, Irán es el único país por cuyo territorio Armenia tiene la oportunidad de importar armas y municiones, considerando que Georgia se ha declarado neutral en el conflicto armenio-azerbaiyano y ha cerrado su espacio aéreo a aviones militares que puedan provenir de Rusia.
Se sabe que Armenia adquiere armas y municiones principalmente de Rusia, y su entrega a Armenia solo puede realizarse a través de Irán, teniendo en cuenta las realidades geográficas y regionales. De hecho, Armenia solía comprar alrededor del 90 por ciento de las armas de Rusia simplemente porque era dos veces menos costosa que todas las alternativas.
¿Puede Armenia obtener lo que necesita de Irán? Esta es una pregunta extremadamente importante y delicada. Uno podría pensar que si Armenia adquiere armas (como drones o cohetes) de Irán, estará sujeta a sanciones estadounidenses, porque la adquisición de armas de Irán podría llevar a este punto.
Al mismo tiempo, si Armenia adquiere armas de Rusia, también podría conducir a los mismos resultados, porque Rusia ahora incluso está bajo más sanciones que Irán. Surge la pregunta de cómo Armenia puede organizarse en defensa propia, si se encuentra en tal situación.
Puede surgir el contraargumento de que Armenia puede adquirir armas de Occidente, pero la importación de estas armas a Armenia puede ser físicamente problemática, porque no será posible hacerlo a través de Georgia, Irán, Azerbaiyán o Turquía. Resulta que Armenia no tiene posibilidad de autodefensa y esto puede conducir a un segundo genocidio de armenios. Aquí es donde entra la idea de que la falta de alternativas debe ser discutida abierta y directamente con Washington, donde se pueden moldear las percepciones a la luz de estas realidades.
Además de los aspectos económicos de cooperación antes mencionados, el segundo interés que Armenia tiene en común con Irán es el tema de la seguridad de la región de Syunik de Armenia que limita con Irán. Syunik es extremadamente importante para Irán y Teherán no puede permitir que el tándem turco-azerbaiyano corte Syunik de Armenia, lo que significaría la pérdida de la frontera exterior de Irán a favor de Turquía. Además, para Irán, la frontera armenio-iraní es la única frontera terrestre externa entre Irán y la Unión Económica Euroasiática, con la que Teherán busca cooperación. Entonces, la integridad territorial de Armenia es realmente una línea roja para Teherán, como se ha señalado muchas veces. No olvidemos que Irán es considerado una potencia de contrapeso frente a Turquía con todas sus consecuencias.
