Un grupo de azerbaiyanos, que se presentan como activistas ambientales, se han estado manifestando a lo largo del corredor de Lachin durante más de un mes.
Esta es la única ruta que conecta Nagorno-Karabaj, una región de Azerbaiyán con una población mayoritariamente armenia, con Armenia y el resto del mundo. El corredor garantiza el viaje seguro de los armenios y un flujo constante de suministros hacia el área.
Sin embargo, los ambientalistas bloquearon el camino el 12 de diciembre, alegando que Armenia está realizando minería ilegal con la ayuda de Rusia. Supuestamente, los soldados azerbaiyanos también se unieron a los manifestantes, rompiendo el acuerdo de alto el fuego, que permite que solo las fuerzas de paz rusas controlen la carretera. Ereván se ha referido a la protesta como un bloqueo apoyado por el gobierno de Azerbaiyán.
La región, que anteriormente recibía alrededor de 400 toneladas de alimentos y medicinas al día, ahora sobrevive en condiciones terribles.
Muy pocas personas pueden viajar hacia y desde Karabaj. Las farmacias no cuentan con la medicación necesaria y todas las cirugías programadas se posponen. La comida también se está acabando y los supermercados están vacíos. Por lo tanto, el gobierno introdujo un sistema de racionamiento.
Además, a medida que la temperatura cae por debajo del punto de congelación, hay una grave escasez de combustible y las familias se ven obligadas a usar desechos para calentar sus casas. Desde el 10 de enero, una falla en el territorio controlado por Azerbaiyán ha provocado una interrupción en la red eléctrica de alto voltaje proveniente de Armenia, lo que hace imposible que la compañía eléctrica armenia solucione el problema. La conexión a internet también ha sido interrumpida, y algunos creen que se trata de un acto de sabotaje.
El ministro de Estado de Nagorno-Karabaj, Ruben Vardanian, ha expresado su preocupación al afirmar que “el mensaje que está enviando Azerbaiyán con estos ecoactivistas es, o te vas o aceptas nuestro estado de derecho, o te mueres de hambre porque nadie se preocupa por todos ustedes.”.
Sin embargo, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, argumenta que no hay un bloqueo real y que hasta 400 camiones rusos han cruzado por la carretera: “Seguramente, llevan comida y artículos de primera necesidad para la gente que vive allí. No lo cuestionamos. Nuestro propósito no es el bloqueo. Así que es solo otro espectáculo contra Azerbaiyán. No puedo encontrar otro nombre para esto. Los armenios y sus patrocinadores creen que lograrán algo usándolo contra nosotros. Pero no lograrán nada. Tenemos demandas legítimas”.
Durante décadas, Nagorno-Karabaj ha sido fuente de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. A pesar de tener una importante población armenia, la región sin salida al mar del Cáucaso es reconocida internacionalmente como perteneciente a Azerbaiyán. La guerra estalló por primera vez cuando la era soviética llegó a su fin y, a principios de la década de 1990, las tropas armenias tomaron el control de vastas extensiones de tierra. Azerbaiyán tomó el control de una parte sustancial de esas tierras con el apoyo de Turquía durante una guerra de seis semanas en 2020 que dejó miles de muertos. Sin embargo, el estado del enclave de Karabaj sigue siendo motivo de controversia. Desde que aseguró el acuerdo de alto el fuego trilateral de 2020, Moscú, aliado de Ereván, ha mantenido una fuerza de mantenimiento de la paz estacionada allí.
Las fuerzas de paz no lograron detener el bloqueo. Según Armenia, Azerbaiyán no permite los viajes sin restricciones a través del corredor de Lachin según lo estipulado en el acuerdo de alto el fuego, e insta a las fuerzas de mantenimiento de la paz a tomar medidas adicionales para despejar a los manifestantes.
Moscú, sin embargo, afirma que ha hecho todo lo posible para ayudar. El asunto ha tensado la alianza entre Rusia y Armenia, y Ereván ha criticado repetidamente la presencia de Rusia en el corredor. Además, el Kremlin no ha podido poner fin al bloqueo porque su conflicto en curso en Ucrania lo limita.
Durante el año pasado, las conversaciones sobre encontrar una solución duradera en Nagorno-Karabaj se han prolongado, dividiéndose en dos vías distintas, una apoyada por las naciones occidentales y la otra por Rusia.
Según CNN, los funcionarios de Nagorno-Karabaj afirman que están seguros de que Azerbaiyán quiere asediar, matar de hambre y subyugar a la población mientras el bloqueo continúa sin un final a la vista. La crisis humanitaria se agrava ya que las personas no cuentan con los alimentos y medicamentos necesarios para sobrevivir durante el duro invierno.
Además, el bloqueo amenaza con reavivar el conflicto entre ambos países. Armenia y Azerbaiyán han estado intentando negociar un arreglo para el conflicto de Karabaj durante meses. Sin embargo, desde que comenzó el bloqueo, las conversaciones de paz se han pospuesto. Para preservar la paz en la región y evitar que la población de Karabaj sufra por la falta de suministros, el bloqueo debe ser levantado de inmediato.