El 12 de diciembre, Azerbaiyán impuso un bloqueo en Artsaj, cerrando la única carretera que conecta Stepanakert con Ereván. Los pretextos detrás de esta acción, cuestiones ecológicas y explotación ilegal de minas, son insignificantes. Azerbaiyán siempre encontrará un pretexto para cerrar la carretera y cortar el suministro de gas. Azerbaiyán tiene objetivos claros y tomará medidas para realizarlos.

Estos objetivos se pueden dividir en dos categorías: tácticos y estratégicos. A nivel táctico, Azerbaiyán busca llevar a Artsaj a su espacio legal y solidificar su visión de que ya no existe Nagorno Karabaj. Hay una zona económica de Karabaj dentro de Azerbaiyán, y las leyes e instituciones estatales de Azerbaiyán deberían funcionar en esa área. La demanda de permitir que los organismos estatales de Azerbaiyán realicen inspecciones en las minas de Artsaj es parte de esa estrategia. Las instituciones estatales de Azerbaiyán no pueden operar en los territorios de otros estados; por lo tanto, si monitorean o realizan otras actividades en Artsaj, fomenta las afirmaciones de Azerbaiyán de que este es territorio azerbaiyano. Las minas son sólo el comienzo. Azerbaiyán puede entonces exigir monitorear el trabajo de la policía y las actividades de los tribunales, municipios y otras instituciones.

Sin embargo, todo este ruido se trata de tácticas. En un nivel estratégico, Azerbaiyán tiene un objetivo: tener la menor cantidad posible de armenios en Artsaj. Cero armenios es el mejor de los casos, pero Bakú entiende que es un desafío implementar los mejores escenarios en geopolítica. Por lo tanto, el segundo escenario preferible para Azerbaiyán es expulsar a tantos armenios de Artsaj como sea posible y lo antes posible.

Después de la guerra de Nagorno Karabaj de 2020, Azerbaiyán afirmó que no existe Nagorno Karabaj. Sin embargo, Bakú entiende muy bien que nadie puso fin a las actividades del grupo de Minsk de la OSCE. Nadie canceló sus últimas sugerencias sobre la resolución del conflicto basadas en la idea de la expresión de la voluntad legalmente vinculante dentro de los límites de la antigua Región Autónoma de Nagorno Karabaj para fijar su estatus. Actualmente, el Grupo de Minsk no está funcionando debido a la confrontación entre EE. UU. y Rusia y entre la UE y Rusia, pero Bakú sabe que lo único constante en la geopolítica es un cambio constante. Así, nadie puede garantizar que dentro de cinco o diez años la comunidad internacional no revitalice el Grupo de Minsk y los “principios de Madrid”.

Para asegurar un resultado favorable para Azerbaiyán, si esto sucede alguna vez, Azerbaiyán necesita cambiar la demografía de Nagorno Karabaj dentro de sus fronteras de 1988. Hay dos formas de hacerlo: expulsar a los armenios y traer a los azerbaiyanos. Según fuentes azerbaiyanas, Bakú planea traer hasta 45.000 azerbaiyanos a los territorios de la antigua Región Autónoma de Nagorno Karabaj, actualmente bajo su control, para finales de 2030. Por lo tanto, si Bakú logra reducir el número de armenios en Artsaj por debajo de 45.000 en los próximos ocho años, Azerbaiyán no tendrá preocupaciones sobre los referéndums que puedan tener lugar en Nagorno Karabaj.

En este escenario, la presencia continua de las fuerzas de paz rusas en Nagorno Karabaj no amenazará a Azerbaiyán, mientras que Azerbaiyán puede negociar con Rusia sobre las condiciones de la presencia continua de las fuerzas de paz y obtener algunas concesiones. En teoría, la existencia de un pequeño número de armenios en Artsaj puede beneficiar a Azerbaiyán a medio plazo, ya que Bakú los utilizará como prueba de sus afirmaciones de que Azerbaiyán es una sociedad tolerante y democrática en la que se protegen los derechos de las minorías étnicas.

Por lo tanto, el bloqueo de Artsaj, el corte del suministro de gas y otras acciones claramente tienen como objetivo obligar a los armenios a abandonar Artsaj. A principios de diciembre, Azerbaiyán bloqueó la carretera Goris-Stepanakert durante varias horas. Al momento de escribir este artículo (18 de diciembre), el bloqueo continúa desde hace una  semana. Después de la apertura de la carretera (independientemente de las condiciones en que se abra la carretera), el mensaje para los armenios que viven en Artsaj es claro. Sería prudente utilizar “la ventana de oportunidad” para salir de Artsaj, antes del tercer cierre de la carretera porque la próxima vez, es posible que la cerremos no por una semana sino por un mes.

¿Qué debería emprender Armenia y qué no debería hacer en las circunstancias actuales para evitar el éxodo gradual de armenios de Artsaj?

En primer lugar, los funcionarios estatales armenios, incluidos los ministros, parlamentarios y otros, deben dejar de argumentar que el bloqueo impuesto por Azerbaiyán a Artsaj es un problema ruso y que depende de Rusia  resolverlo. Estas declaraciones envían mensajes erróneos a Azerbaiyán, Turquía, Irán, Rusia, la Unión Europea y los EE. UU. de que el estado y la sociedad armenios han aceptado la pérdida de Artsaj y están dispuestos a seguir viviendo en las nuevas circunstancias. Las críticas contra las fuerzas de paz rusas tampoco ayudan. Simplemente vierte agua en el molino de Azerbaiyán, ya que Bakú solo estará feliz de desacreditar aún más a los rusos.

Armenia debe hacer todo lo posible para evitar enfrentamientos entre los azerbaiyanos que bloquearon la carretera y los armenios que viven en Artsaj. Azerbaiyán utilizará cualquier enfrentamiento para justificar el despliegue de tropas azerbaiyanas a lo largo de la carretera Goris-Stepanakert. Simultáneamente, Armenia debe continuar utilizando todos los foros internacionales, legales y políticos, para representar la terrible imagen de la población civil armenia de Artsaj que vive bajo el bloqueo de Azerbaiyán y exige ejercer presión sobre Bakú. A más largo plazo, Armenia y Artsaj deberían tomar medidas para preparar a la población armenia de Artsaj para que esté lista a vivir bajo bloqueo durante períodos más prolongados. Azerbaiyán impulsará su objetivo estratégico: expulsar a la mayor cantidad posible de armenios de Artsaj. El bloqueo es solo una de un conjunto de herramientas para Azerbaiyán.