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Opinion - Juan Pablo Artinian
Armenia: la democracia en peligro ante la guerra de las autocracias
06 de Octubre de 2022

Clarin.- El 18 de septiembre, Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, llegó a Armenia. La visita tiene un impacto en términos regionales y globales. La misma se produjo en el contexto de la reciente invasión de Azerbaiyán al territorio de armenia. La incursión militar azerí del 12 de septiembre, apoyada por Turquía, causó 207 armenios muertos, incluidos cuatro civiles y abusos y mutilaciones a combatientes armenias.

Luego de 48hs se llegó a un alto al fuego. Antes de llegar a Armenia, Pelosi, había señalado en Twitter: “Desde Estados Unidos hasta Ucrania, Taiwán y Armenia, el mundo se enfrenta a elegir entre democracias y autocracias y debemos elegir nuevamente la democracia”.

El gobierno de Joe Biden, que reconoció el genocidio contra los armenios, abrió -con la visita de Pelosi- un nuevo momento para uno de las problemáticas menos visibles a nivel global. El conflicto ya no incluye solo al enclave -mayoritariamente poblado por armenios- de Nagorno Karabaj (denominado como Artsaj por sus pobladores) sino a la propia república de Armenia.

En un mismo movimiento Washington mostró sus rápidos reflejos. En primer lugar, y en el contexto de las dificultades rusas en Ucrania, Estados Unidos se acercó aún más a un área que Moscú considera su patio trasero.

Es temprano aun para saber el impacto de la visita en términos de los alineamientos entre Estados Unidos y Armenia, pero el movimiento americano desnuda las debilidades de Moscú más allá de Ucrania. En segundo lugar, Estados Unidos muestra a Turquía, un miembro de la OTAN que busca jugar su propio juego en la esfera internacional, que no está dispuesto a aceptar iniciativas de Recep Erdogan que puedan poner en cuestión los intereses norteamericanos.

Por último, Washington emite una señal hacia la Unión Europa. En julio de este año la líder de la UE, Ursula von der Leyen viajó a Bakú, capital de Azerbaiyán, para firmar un tratado comercial y obtener una fuente alternativa de energía ante Rusia. Der Leyer, sustituyó como proveedor de energía a la autocracia de Moscú, que invadió Ucrania, por la autocracia de Azerbaiyán que invadió Armenia.

El régimen de Ilham Aliyev (que heredó el poder de su padre) y que gobierna junto a su esposa, que es la vicepresidente, encarcela a sus periodistas y opositores entre otras violaciones a los derechos humanos.

La incertidumbre se cierne sobre Armenia ante la sombra de una nueva invasión. La intención de Ankara es abrir un corredor en la zona sur de Armenia para conectar Azerbaiyán y Turquía. Los intereses globales se tocan en esa región de Cáucaso. Un punto de contacto entre diferentes poderes: Turquía, Rusia e Irán.

La incursión de Azerbaiyán mostró que en la práctica Rusia no brindó apoyo militar a los armenios, sino que buscó su propio interés. Muestra de ello fue la foto del 15 de septiembre -en una reunión en Uzbekistán- donde Putin posó sonriente en una mesa junto a Erdogan, Aliyev y el presidente de Bielorrusia.

El peligro de invasión a Armenia por parte de Azerbaiyán pone en guardia a los actores regionales, la posibilidad que la democracia que emergió en 2018 tras la “revolución de terciopelo” sea arrasada por las autocracias que niegan el genocidio de 1915, puede generar otro conflicto que se amplifique más allá de la región y abra un nuevo momento de inestabilidad global.

Los intereses energéticos y la puja por la hegemonía mundial, son parte de los ejes para analizar la crisis actual, sin embargo, el avance de las autocracias y su retórica xenófoba aumentan la gravedad de esta crisis.

Debe recordarse que tras la guerra del año 2020 el propio Erdogan señaló que los armenios eran “el resto de la espada” y el propio Aliyev en 2015 afirmó en su cuenta de Twitter: “Armenia ni siquiera es una colonia, ni siquiera es digna de ser una sirvienta.” En un mundo cada vez más inestable, la defensa de la democracia y la paz para los pequeños estados, necesita del apoyo de la comunidad internacional, hoy más que nunca.

Juan Pablo Artinian es doctor en Historia por la State University of New York at Stony Brook y docente del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella.

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