El Genocidio Armenio ha sido reconocido por 34 países, pero India todavía está sopesando sus opciones para equilibrar sus relaciones con Armenia y Turquía, a pesar de que Erdogan constantemente apunta a India por el tema de Cachemira.
El 24 de abril marcó la conmemoración del Genocidio Armenio. La primera fase comenzó el 24 de abril de 1915, cuando jóvenes turcos arrestaron y asesinaron a cientos de intelectuales y líderes comunitarios armenios en Estambul (entonces Constantinopla). Los asesinatos no solo se limitaron a la masacre de cristianos armenios, sino también de asirios, griegos, yazidíes y otras minorías no musulmanas. Se estima que entre 7 y 15 lakh [cien mil] armenios fueron asesinados debido a las políticas llevadas a cabo por las élites gobernantes. El número de personas asesinadas se debió a masacres a gran escala y al exilio en extensiones desérticas inhabitables de la Siria moderna para finalmente perecer sin comida ni agua. Los asesinatos continuaron incluso después de la formación de la Turquía moderna dirigida por sus gobernantes republicanos.
Es una de las masacres más brutales registradas en la historia mundial moderna. Este asesinato a gran escala inspiró al abogado polaco Raphael Lemkin a conceptualizar el término “genocidio” y su eventual criminalización. El genocidio, tal como lo describe Lemkin, no se refiere sólo al exterminio físico de las personas sino también a la extinción de la identidad cultural, espiritual y religiosa de las víctimas.
En Turquía, incluso después de más de 100 años, cualquier referencia al genocidio se toma como un “intento de denigrar la identidad nacional” y es punible según la ley turca. Turquía se niega a aceptar el término “genocidio” porque ocurrió entre 1915 y 1917, y el genocidio como término legal no puede usarse retroactivamente. La percepción popular entre la población turca es que la deportación a gran escala de la población armenia tuvo lugar ya que los armenios habían colaborado con Rusia en la Primera Guerra Mundial cuando los rusos atacaron Anatolia. Este evento “podría” haber resultado en la muerte de alrededor de 300,000 armenios en los duros y áridos desiertos de Siria. Pero la deportación se hizo como un castigo, y las muertes resultantes fueron una coincidencia y, de hecho, no fueron un "genocidio" por ningún tramo de la imaginación.