Antes de los terribles días del Genocidio de 1915, a las afueras de la ciudad de Mush, a media hora hacia el este, se encontraba el Monasterio de San Gaspar - Սուրբ Գասպարայ Վանք.
Erigido en medio de un gran viñedo el monasterio honraba la memoria de uno de los tres Reyes Magos quienes huyendo de Tierra Santa llegaron a Armenia, donde Gaspar enfermó y murió.
La llegada de la gran comitiva a Armenia llamó la atención de los pobladores de las localidades por donde fue pasando, los ropajes exóticos, los bordados de oro y plata brillando y reflejando la luz del sol, las extrañas facciones de sus miembros, la magnanimidad de los tres reyes que la encabezaban, los camellos, caballos y mulas.
Todo era casi mágico. Los armenios se acercaron con gran alegría y agasajaron a los huéspedes en todo lugar donde
estuvieron. Les ofrecieron los platillos más apetitosos, las frutas más exquisitas y los asistieron en todo lo que necesitaron. Los acompañaron con música y canciones para hacer más llevadera su larga travesía.
Sin embargo toda esta alegría comenzó a opacarse pues repentinamente el rey Gaspar comenzó a sentirse mal, a tal punto que cuatro sirvientes de fuerte contextura lo sostenían en su cabalgadura para que no perdiera el equilibrio.
Finalmente llegando a la provincia de Darón tuvieron que interrumpir el viaje porque el rey mago empeoró terriblemente. Se detuvieron en un paraje alto y verde donde soplaba el aire puro. Las cónicas formas de las carpas multicolores de la caravana se multiplicaron sobre el verde césped del lugar y parecían flores multicolores.
Los otros reyes y los responsables de la comitiva discutían a viva voz que hacer si seguir o esperar.
Gaspar sintiendo que su fin estaba próximo y notando el paradisíaco emplazamiento, les pidió que cuando muriera lo enterraran en ese preciso lugar.
A los pocos días Gaspar falleció sumiendo a todos en un profundo pesar, un luto desconsolado.
Ahora la preocupación fue en aumento, ya que no sabían como proceder, si llevar el cuerpo a su lugar de origen o cumplir con el último deseo del rey mago.
En medio del dolor, se presentó el dueño de los viñedos contiguos, quien dijo que si realizaban el ultimo deseo de Gaspar, en ser enterrado en ese hermoso espacio, el se ofrecía hacerse cargo del cuidado del lugar santo, construyendo un santuario donde sería dignamente recordado por las sucesivas generaciones. Todos estuvieron de acuerdo y tras el entierro se quedaron siete días, construyeron una digna sepultura y se retiraron hacia el este.
En honor al rey mago, en armenio mok o mog - մոգ, algunas adyacencias se llamaron con derivados de ese nombre: el viñedo contiguo se llamó Mokáts - Մոգաց, el pueblito cercano Mogúnk - Մոկունք y el valle Mok Tsór - Մոգ Ձոր.
El monasterio que contaba con una capilla donde yacían los restos del rey mago y todo el Monasterio de San Gaspar en sí, desapareció durante la ola destructiva del Genocidio de 1915 junto con toda presencia armenia en la región.
Cuentan los viajeros que en el monasterio se guardaba como un gran tesoro, un gontág – կոնդակ, es decir
una antiquísima bula, en la cual se relataba los pormenores de la citada historia.
Hoy solo queda el recuerdo y la historia convertida en leyenda....