INTRODUCCIÓN
Una de las reglas de oro de las relaciones internacionales es aplicar al desenvolvimiento de los Estados, criterios de racionalidad que preserven los intereses nacionales. Otra de esas reglas es analizar el panorama general de las relaciones inter-estatales y evitar el aislacionismo. Por último, cuando se trata del desenvolvimiento a largo plazo en épocas borrascosas se debe mirar “el espíritu de los tiempos” que significa encontrar el Sentido de la Historia actual.
Estas pocas reglas deberían ser aplicadas cuidadosamente por los dirigentes de la República de Armenia, es decir, aplicando una visión realista que haga que los sentimientos no superen a la razón. En este sentido debería definirse, en primer lugar, cuál es el interés nacional primario, para luego ir definiendo los otros objetivos. Creemos que el primer objetivo, a pesar de lo obvio, debería ser refrescado permanentemente: preservar la existencia física del pueblo, atendiendo a su seguridad geopolítica, estratégica y territorial.
Dentro de este criterio, la independencia se busca con el corazón pero se consolida con la razón. Y el sentido de la realidad nos dice que Armenia, estaba quedando aislada, con un entorno geopolítico de negros nubarrones y fuerte debilidad estratégica. Estas circunstancias no se deben tanto al accionar propiamente dicho del pueblo armenio sino al desarrollo objetivo de los hechos en los cuales poca influencia ejerció Armenia.
La desaparición de la Unión Soviética es un fenómeno histórico inédito en la Historia Universal dado que nunca un Imperio Militar se desintegra sin fuerzas directas exteriores que lo atacan o guerras civiles internas.
Tampoco es culpa de la armenidad actual tener enclavado el país en una de las regiones geopolíticamente más inestables del planeta. Este primer planteo nos lleva a analizar algunas constantes geopolíticas.
LA REGIÓN
Lamentablemente, el mundo sigue viendo al Cáucaso Austral como una Nueva Frontera de Tensión de distintas potencias. EEUU ejerce una cierta presión, vía la OTAN, desde el Báltico, los Carpatos, el Mar Negro, el Cáucaso y el Mar Caspio, cercando estratégicamente Rusia.
Por otro lado, en relación al virtual empantanamiento ruso en el Cáucaso, desde el conflicto checheno y georgiano, los principales analistas internacionales, reafirman, que la solución a la problemática regional no es militar sino política.
En tercer lugar, la “Geopolítica de los Gasoductos” está dejando aislada a Armenia en el “Gran Juego Regional”, en especial a partir de la puesta en funcionamiento del oleoducto Bakú – Tiflis – Ceyhan (Turquía) que saca al Mediterráneo el petróleo del Caspio). Los nuevos grandes yacimientos de gas azeríes refuerzan su política exterior.
En cuarto lugar, Irán, último “eje del mal” de la política de EEUU e Israel en la Región, fue influido por los clérigos islámicos de marcado anti-occidentalismo, y con perspectivas cambiantes para la tranquilidad armenia.
La República de Armenia necesita imperiosamente la paz regional, sin concesiones gratuitas. En este sentido sería deseable plantear los intrincados problemas de la Transcaucasia (políticos, étnicos, económicos, religiosos, sociales, etc.), la formación de un mercado común caucásico, integrando no sólo a los pequeños países y territorios autónomos sino inclusive a Rusia, Turquía e Irán en el mismo.
Establecer uno o varios “paraguas de soberanía” en los muchos conflictos territoriales, y abogar por la gradual y estratégica apertura de fronteras al comercio pacífico y al intercambio. Paralelamente, abogar por un Cáucaso desnuclearizado y planteando una asociación política con la Unión Europea y a Rusia. Abogar por una presencia más activa de la ONU y sus organismos dependientes en la región (Banco Mundial, UNESCO, etc.) a fin de consolidar mecanismos de mercados transparentes, libertad de expresión política y religiosa y otros derechos modernos.
Particularmente, Armenia debe afianzar su desarrollo turístico, comercial y científico, principales monedas de cambio en el marco regional. Consolidar un perfil comercial, industrial, científico y cultural es esencial para la imagen internacional del país.
Una Nación, pacífica y con una actitud de buen vecino, es garantía de paz y estabilidad, sobre todo cuando el mundo sabe que Armenia no trepidaría en luchar por consolidar su soberanía e independencia.
Un hecho muy destacable es la firma, por parte de Armenia, del contrato de adhesión a la Unión Euroasiática, creada el 29 de mayo de 2014 por Rusia, Bielorrusia y Kazajstán, organización que entró en vigor el 1° de enero de 2015, ya que le otorga mayor respaldo estratégico.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS, GEOGRÁFICOS Y POBLACIONALES
Los antecedentes de Armenia en la región llegan a más de 3.000 años si arrancamos con el Reino de Urartu en lo histórico y con el arca de Noé en el mito bíblico. En el caso de los azeríes son una derivación de los pueblos albanos de la baja edad media asentados sobre la Puerta de Derbent y las orillas del Mar Caspio. Los mapas que exponemos dan cuenta de estos hechos todos desarrollados en una “loca geografía” del sur de la cordillera del Cáucaso, pletórica de montes, pequeñas llanuras, lagos de alta meseta, vulcanismo, ríos de montaña y rocas variopintas, especialmente volcánicas.
Fuente: Armenian National Education Committee (2005).
Como señalamos en nuestro libro Geopolítica de Armenia (Editorial EUDEBA, 2015 [1998]), Armenia fue siempre una “frontera de tensión” ente imperios, paso de la Ruta de la Seda y área de pretensiones de Rusia hasta el norte de Irán, y el Imperio Turco y sus pueblos asociados. En la Segunda Guerra Mundial fue el objetivo estratégico fundamental (en 1942) el petróleo de Bakú para Alemania, donde su derrota en Stalingrado fue el comienzo del fin del Imperio Nazi del Siglo XX. Ya en la Guerra Fría (1946-1991) fue Armenia frontera de la URSS con la OTAN, y las independencias de las tres repúblicas transcaucásicas (1991) tuvieron que ver con la desaparición de la Unión Soviética. Paralelamente, las aspiraciones de sustitución de la OTAN, a través de Turquía, que recoge una vieja doctrina geopolítica, el panturanismo desarrollada por los Jóvenes Turcos durante la Primera Guerra Mundial, que llevó al Genocidio irredento de 1,5 millones de armenios y al cercenamiento territorial del 90% de la Armenia histórica que pasó de 300.000 km2 a los actuales 30.000km2 de la República de Armenia.
Mapa: El Cáucaso un mosaico de pueblos
Fuente: Chaliand y Rageau (1984) Atlas Estratégico y Geopolítico
Los factores geopolíticos intervinientes pueden resumirse en: histórico-cultural, jurídicos y estratégicos. En los primeros, predominan básicamente en los actores “El Genocidio Armenio de 1915-1923” no reconocido por Turquía y otros miembros de la OTAN, fantasma que impregna el subconsciente de todos los armenios. El panturanismo, reivindicada por el presidente Erdogan para los pueblos musulmanes; los sutiles movimientos de la OTAN entornando a la nueva Rusia, especialmente desde el Mar Báltico, pasando por el Negro y el Cáucaso. Por último, las crecientes autonomías étnicas de pueblos sin Estado como es el caso de los kurdos.
Fuente: Armenian National Commitee of America.
Disponible en: http://www.genocide-museum.am/eng/mapping_armenian_genocide.php
Entre los factores jurídico-institucionales, sobre todo en el actual “espejo roto” de pueblos, predomina el principio de territorialidad de Azerbaidján respecto Nagorno Karabgh (basado en las determinaciones de Lenin (1921) y Stalin (1923); y para los armenios, el principio contigüidad demográfica y religiosa entre Nagorno Karabagh y Armenia (recordando que el Reino de Armenia fue el primer estado cristiano en Medio Oriente).
En cuanto a los factores estratégicos, en primer término, se destaca que para Rusia, Armenia y Georgia son fronteras con la OTAN (en cada una de ellas mantiene sendas divisiones blindadas con armas atómicas-tácticas). En segundo lugar, el petróleo de Bakú y, desde el 2006, el gas del mar Caspio Azerí que con un gasoducto contornean el norte de Armenia para salir al Mediterráneo y abastecer a Europa. Esta fue una gran oportunidad perdida por Armenia de involucrarse en ese negocio. También el apoyo militar de Turquía e Israel en el reciente conflicto por Nagorno Karabgh puso en jaque a Irán: objetivo fundamental de Israel y rival geopolítico de Turquía.
En síntesis, son variados los factores en juego, pero ninguno de alta transcendencia internacional aún. Para entender los actuales acontecimientos y su dinámica hay que tener en claro las características geopolíticas.
CARACTERÍSTICAS GEOPOLÍTICAS DE ARMENIA
La República de Armenia acaba de cumplir 30 años de vida independiente. Es un momento de regocijo y de alegría por haber llegado a esa meta, pero también es importante plantear cómo se sostendrá el país, en la madurez, y en un mundo donde las primeras ilusiones se pierden y queda por delante lograr un desarrollo económico y político sustentable. Aquí es el momento de pensar, con realismo, el futuro próximo y las mejores estrategias.
¿Cuál es el primer balance que se puede hacer de la situación de la República de Armenia? Dejando de lado sentimentalismos de cualquier signo, y aún a riesgo de equivocarnos por una visión alejada de esa realidad, consideramos que:
El Estado Armenio, es fuerte espiritualmente, pero débil estructuralmente desde el punto de vista de su conformación económico-social y su capacidad económica autónoma. Ya que, a partir de una fuerte identidad nacional, su economía es absolutamente dependiente del exterior, por ejemplo, en lo energético.
El Pueblo Armenio se encuentra debilitado, tiene casi el 50% de la población por debajo de la línea de pobreza; existe una fuerte emigración y lazos complejos entre el Gobierno Local y la Diáspora. Un dato relevante es que casi 500.000 habitantes emigraron en los últimos años. En 1990 tenía 3,5 millones de habitantes y hoy apenas alcanza los 3 millones.
Como mencionamos anteriormente, se trata de un pueblo Espíritu Nacional es fuerte, sólido, pero con balances críticos en vastos sectores populares acerca de lo logrado con la independencia.
Por su parte la economía continúa tratando de consolidarse, pero aún con índices productivos que en algunos rubros no superan los logros de la época soviética. Se ve claramente una economía dual: moderna en el centro capitalino, subdesarrollada en la periferia y con pocas bases económicas de sustentación. Son poco relevantes los productos de exportación de Armenia como para sustentar un balance de pagos positivo.
Por otro lado, la cultura Política es desmoralizante para grandes sectores de la juventud. La “cultura soviética” no fue aún sustituida por otra “cultura moderna” de capitalismo competitivo y la “Revolución del Terciopelo” (que encabezó el presidente Pashinián) no ha generado aún transformaciones profundas.
Las instituciones políticas están sujetas a pautas rígidas, con escaso prestigio. Las elites Políticas en general, poco ejemplares para sostener una política de cambio a largo plazo. La democracia y la innovación en todos los terrenos no es su fuerte.
El contexto Geopolítico Regional sigue siendo tan preocupante como hace 30 años. La Transcaucasia aún está lejos de la estabilidad política y la guerra por Artsaj ha introducido a Turquía y otros actores nuevamente en la región. Como muestra el siguiente mapa, algunos factores se repiten después de un siglo.
Fuente: Gilbert[1973] (2003) Atlas Akal de La Primera Guerra Mundial
Estas características geopolíticas señalan que la mayor parte de los factores son complejos, por lo que se debe sopesar permanentemente los mismos al momento de definir las acciones a seguir o prepararse para un conflicto.
Existen esfuerzos políticos por sostener la independencia en un contexto interno y externo difícil, lo que hace imprescindible lograr sustentabilidad económica, política y estratégica.
Cabe señalar que, en los grandes factores, población y economía, Georgia sigue el mismo derrotero que Armenia, pero Azerbaidján, merced a su riqueza hidrocarburífera, se encuentra en un camino de fuerte crecimiento en población, comercio exterior, fuerzas armadas y apoyos externos, especialmente de Turquía, Israel y países musulmanes.
En síntesis, podemos decir que las constantes geopolíticas históricas:
I Fronteras de tensión entre imperiosos rivales
II Paso de rutas transcontinentales
III País montañoso y árido
IV Abierto a “puertas” montañosas: Derbent y Tiflis.
V Clima templado frío
VI Rodeada de Estados más fuertes
VII Falta de sentido marino, es fundamental salida al mar, consensuada con Rusia, Irán, Georgia y Turquía
En el mismo sentido, destacamos algunas constantes geopolíticas modernas:
I Enclave sur de Rusia
II No es de mayor interés de Occidente o EE.UU.
II No tiene salida al mar (peligroso entorno de debilidad estratégica)
IV No tiene autonomía energética ni alimentaria (extrema debilidad). Su infraestructura energética es muy vulnerable.
V No tiene moneda de cambio (urge desarrollar algunas)
VI Paso obligado del Panturanismo: ejes Turquía-Azerbaiyán y Asia Central. Minorías kurdas, tártaras, osetias.
VII. Rodeada de un mar musulmán, con peligrosos fundamentalismos.
VIII Como todo el Asia Menor Área nuclearizada e inestable (todo Asia Menor)
Señalamos también una serie de necesidades geopolíticas:
- Romper y evitar el aislacionismo
- Asociarse con Estados con salida al mar
- Búsqueda asociativa con Rusia, la Transcaucasia e Irán
- Repotenciar su desarrollo científico-tecnológico, industrial y comercial.
- Modernizar sus fuerzas armadas y su inteligencia estratégica.
Sobre el autor: Es licenciado en Geografia y profesor de Geopolítica
Fuente: