La lengua y la canción son llamaradas que arden y nos envuelven para volverse cobijo o escarnio.

Hemos crecido en un mundo donde palabras, canciones, cobijos y escarnios han sido por siglos modos de rotularnos, poner el cuerpo y, perdiendo el miedo, gritar la injusticia.

¿Qué tendrán en común un salteño, el músico y compositor Raúl “El Indio” Fernández , un santafesino, el historiador Osvaldo Bayer, con la gesta del pueblo armenio?

La palabra vuelta grito contra la injusticia, la canción hecha denuncia de un genocidio negado y ocultado.

Osvaldo y El Indio tienen en común derrotar los laberintos y los obstáculos para pedir por la Paz, para buscar la Verdad y denunciar el silencio de los cómplices.

Osvaldo Bayer fue de los primeros y únicos pensadores e historiadores de nuestro país en abrir boquetes en el muro del silencio. Don Raúl lo acompañó y ahora, dos años después de que se callara la voz indignada de Osvaldo, y movido por la nueva guerra contra Armenia, dedicó los últimos meses de este año a componer el “Himno a la Paz”.

A Raúl lo desveló este nuevo desafío que hoy nace como ofrenda y luz en medio de tanta incertidumbre.

El Himno puede reproducirse en forma libre y gratuita, compartirse en redes y multiplicarse.

En este proyecto participaron además la cantante Valeria Cherekian, Gabriela y Daniela Fernández Glasman, Gisela Cruz, Lucía Filomarino; Sol Torres, Florencia Marino, Yara Cuervo, Kalen y Junche.

El "Himno a la Paz" para el pueblo armenio anida en cada voz que canta el sol, la tierra, las herencias arraigadas en esto que somos: humanidad simple y llana.

Una paz que tal vez sea como ese dulzor que sólo aquel que ha saboreado la pulpa roja y profunda de la granada, sabe lo que significa.

Frescura, dulzura y delicadeza extrema.