Cada vez más personas adoptan la bicicleta como medio de transporte dentro de la Ciudad de Buenos Aires.

Es un hábito saludable que, más allá de sus beneficios físicos, conforma amistades, ayuda a la cooperación, al compañerismo y a la solidaridad.

Solidaridad que ha quedado demostrada ante el lamentable y doloroso asesinato de Dmitri Amiryan, ciclista, quiropráctico y padre de familia, quien fuera asesinado la semana pasada.

Grupos de ciclistas en Facebook y grupos de WhatsApp, en el que estaban incluidos familiares, amigos, pacientes y conocidos de Dmitri, organizaron una concentración en donde decenas de personas realizaron una pedaleada en su memoria y como homenaje, sus familiares colgaron una bicicleta blanca en el lugar exacto en el cual Dimitri fue atacado.

La movilización comenzó  en el barrio de Retiro, lugar del crimen y llevó el lema “Comprar robado mata”, una frase que apela a la reflexión ciudadana y cuya autoría es del padre de Pablo Ariel Tonello.

Recordemos que Pablo fue un joven de 27 años asesinado el 30 de julio de 2014, en el trayecto que va desde su casa en el barrio de Belgrano, hasta su trabajo en Parque Patricios.

Los organizadores de la marcha explicaron que la bicicleta blanca fue instalada como un símbolo para reflexionar sobre la violencia que está detrás del mercado ilegal de venta de bicicletas.

Dimitri de 37 años era un reconocido especialista en quiropraxia que había atendido a personalidades del espectáculo y la política.

Además era docente y un ciclista aficionado: todos los martes, viernes y domingos salía a andar en bicicleta junto a dos amigos. 

Su asesino, de 15 años de edad, continúa detenido en el Centro de Admisión y Derivación (CAD),ubicado en el barrio porteño de Balvanera.