Argentina está en la lista de al menos diez países líderes con mayores flujos de inversión hacia Armenia. Con base en el potencial existente en ambas economías, existen expectativas razonables de que es posible incrementar el volumen de comercio. El diálogo político se desarrolla armónicamente con la determinación de encontrar nuevas áreas de cooperación. Así lo afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Santiago Andrés Cafiero , en una entrevista exclusiva con "Armenpress" .
Efectivamente, en ocasión de la celebración el pasado 17 de enero de los 30 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre nuestros dos países, hemos intercambiado notas de saludos con mi par Ararat Mirzoyan, en las que ambos destacamos los históricos lazos de amistad que unen a nuestros pueblos y la mirada en común hacia el futuro, desde un horizonte común de amistad y cooperación.
En tal sentido, creo oportuno recordar que el primer reconocimiento como Estado soberano e independiente de Armenia por parte de la Argentina fue en 1920. Posteriormente, y luego de la disolución de la URSS, establecimos relaciones diplomáticas a inicios de 1992, siendo Armenia quien primero abrió su Embajada en la Argentina en mayo de 1994, y mi país hizo lo propio en mayo de 2010.
La Argentina valora positivamente la relación bilateral con Armenia, la cual está fundada en sólidas bases y una larga tradición histórica de amistad y cooperación entre nuestros pueblos. En este contexto, el diálogo político se desarrolla armónicamente con la voluntad por nuestra parte de continuar profundizando los vínculos y explorando nuevos ámbitos de cooperación.
Coincido respecto de su apreciación sobre los efectos negativos que la pandemia ha tenido –y aún tiene- en todos los órdenes, y especialmente en el relacionamiento entre los países. Si hablamos de relaciones económicas en general, en la última década la Argentina se ubicó al menos entre los diez países con mayor flujo de inversiones destinadas a Armenia. En toda Eurasia, la Argentina solo logra ese posicionamiento en Armenia y creo que es un dato para destacar. Por otro lado es verdad que aún nuestros intercambios comerciales son modestos. Sin embargo -en base a la potencialidad que vemos en ambas economías- tenemos expectativas fundadas de que seremos capaces de aumentar el volumen de nuestro comercio. En este sentido, la creación –impulsada por nuestra Embajada- en septiembre de 2021 de la Cámara de Comercio Argentina en Erevan será una importante herramienta para continuar desarrollando el comercio, servir como puente entre los hombres de negocios de ambas naciones, potenciar a pequeños y medianos emprendedores e involucrar a jóvenes expertos.
En la misma línea, en agosto de 2021 se firmó el Memorandum de Entendimiento entre Entreprise Armenia y la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional que también permitirá fortalecer las iniciativas económico-comerciales conjuntas. O sea que aún en época de pandemia hemos sido capaces de dar pasos concretos tendientes a incrementar nuestros intercambios comerciales.
Nuestros países comparten valores y visiones que –en el ámbito multilateral- se traducen en acciones concretas vinculadas al combate contra la pobreza, la reducción de las desigualdades, la creación de trabajo decente que conduzca al desarrollo económico equitativo, por mencionar solo algunas. En todas estas iniciativas existen posiciones compartidas y amplio margen para que trabajemos de consuno con nuestros amigos armenios.
En tal sentido, considero que en un momento de las relaciones internacionales como el actual, con tantos y tan importantes desafíos planteados a la comunidad internacional, el multilateralismo se erige, más que nunca antes, como la más importante y útil herramienta de la cual debemos valernos los países con vocación y compromiso de dar respuestas a problemas acuciantes tales como el calentamiento global, la lucha contra las desigualdades de género o el mantenimiento de la paz y seguridad globales.
En la búsqueda de soluciones para estos y otros problemas, nuestros países comparten puntos de vista y tienen coincidencias de fondo que, sin duda, podrán redundar en propuestas inteligentes y efectivas en los diversos ámbitos donde estas cuestiones se plantean y discuten.
Me resulta gratificante conocer acerca de los numerosos reconocimientos hacia la Argentina en Armenia. También aquí –tanto en Buenos Aires como en la ciudad de Córdoba- hay espacios públicos vinculados a Armenia, por ejemplo el tramo de la calle Acevedo comprendido entre las avenida Córdoba y Santa Fé, fue bautizado Armenia en oportunidad de la visita pontificia del Patriarca Supremo y Católicos de todos los armenios. S.S. Vazkén I, en 1983.
Un sector de uno de los barrios más tradicionales y antiguos de Buenos Aires, Palermo, cuanta con numerosas instituciones vinculadas a Armenia y es el ámbito por excelencia de la comunidad. Ahí se encuentran el Centro Armenio, la Catedral San Gregorio, además de comercios de venta de comidas y objetos tradicionales; todas instituciones muy prestigiosas y respetadas.
En la ciudad de Córdoba, por su parte, el principal asiento de la comunidad está en el barrio Pueyrredón, donde se ubican la Iglesia Apostólica Surp Kevork, la Iglesia Evangélica Armenia Maranatha y la Escuela Sahag Mesrob, dedicado a la enseñanza bilingüe.
Todas estas instituciones, paseos, plazas y escuelas marcan a las claras el profundo vínculo que a nivel tanto espiritual como material se verifica en la relación entre nuestros países. Todo parecería indicar que a futuro solo tenemos un camino de fortalecimiento y profundización del mismo, de nosotros depende continuar impulsando este tipo de lazos.
La pujante comunidad armenia cumple un rol muy importante en la vinculación entre los dos países. Los contactos entre las personas, los intercambios, los viajes y visitas que sus miembros llevan adelante mantienen vivo el vínculo con su país de origen y –a su vez- han difundido las costumbres, idiosincrasia y las numerosas expresiones de la rica cultura armenia en la Argentina. De modo tal que su aporte a la construcción nacional se manifiesta en numerosos ámbitos y ha sido muy relevante.
Me consta, además, que se trata de una colectividad muy bien organizada que cuenta con numerosas instituciones que buscan preservar las tradiciones y la cultura, entre las que se cuentan periódicos, iglesias y escuelas donde se aprende y difunde la lengua armenia.
Sin duda la comunidad constituye un capital importante en nuestra relación bilateral.