Armenia arrasada o Subasta de almas es el testimonio de Aurora Mardiganián –a quien se la ha comparado con Ana Frank–, una adolescente armenia que sobrevivió al genocidio perpetrado por Turquía entre 1915 y 1923, antesala de la Shoá. Más de un siglo después de su primera edición en castellano, este nuevo libro publicado por editorial Ediar narra en primera persona los detalles del genocidio aún negado por su perpetrador y cómo se descubrieron fragmentos de la centenaria película filmada a partir de este relato.
Hay libros con historia: éste es uno de ellos. A la edad de catorce años, en 1915, Aurora Mardiganián sobrevivió a deportaciones, masacres, vejaciones y la destrucción de su familia durante el genocidio. En 1917 llegó a los Estados Unidos, donde contó su historia y luego la protagonizó en el cine, en el primer intento de representar la aniquilación y la catástrofe humanitaria. Armenia arrasada fue publicado por primera vez en inglés en 1918 y llevado a la pantalla en la película Subasta de almas, una megaproducción de Hollywood estrenada en la Argentina en 1920. Si bien ambos materiales tuvieron muchísimo éxito, pronto se convirtieron en una leyenda. El libro fue reeditado en varios idiomas, pero desde fines de los noventa no teníamos una edición en castellano. La película tuvo un impacto a nivel mundial entre 1919 y 1920, hasta que sus huellas desaparecieron unos años después.
Este nuevo libro, publicado por Ediciones Ediar (www.ediar.com.ar), con el auspicio de la Asociación Cultural Armenia Hamazkaín, aparece en una excelente traducción al castellano de Vartán Matiossián, autor de estudios en inglés y en armenio acerca del libro y la película, enriquecido con extensas anotaciones realizadas por el investigador Eduardo Kozanlián. En el prólogo, Matiossián describe la odisea de Aurora Mardiganián y subraya la relevancia del descubrimiento de los fragmentos que han llegado a nuestros días, en circunstancias por cierto curiosas.
Después de protagonizar su historia, Aurora Mardiganián sobrellevó una vida difícil hasta que falleció, a los 94 años, en la total oscuridad, en 1994. En el mismo año, Kozanlián coronó varias décadas de búsqueda de la película desaparecida con el descubrimiento de quince minutos de filme en archivos de Armenia. En un estudio imperdible, cuenta por primera vez los detalles de su tarea detectivesca, en la que se mezclan las pasiones personales con el deber colectivo de mantener viva la memoria.
Este libro, el más completo de todos en comparación con las ediciones conocidas, también posee un anexo con testimonios de Henry Morgenthau, embajador de Estados Unidos en el Imperio turco-otomano. El apéndice incluye los 16 fotogramas originales del filme, a la vez que otras interesantes ilustraciones. Aunque ya no podamos ver aquella película completa, esta nueva edición es una forma de mantener vivo un acontecimiento histórico tan significativo como el genocidio turco, que condujo al exilio a los sobrevivientes del pueblo armenio. Armenia arrasada o Subasta de almas confirma, una vez más, el poder de la palabra y que algunos libros serán leídos por siempre.