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Locales - Ester Mkrtumian:
"Mi país no evita ninguna oportunidad de diálogo"

"Nagorno-Karabaj nunca perteneció históricamente a Azerbaiyán", dice a Emol Ester Mkrtumyan, quien además cuestionó duramente el rol de Turquía en esta trama.

07 de Septiembre de 2020

6 de septiembre de 2020. Por Ramón Jara A., Emol.- Pese a que para muchos puede ser un tema lejano, el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por la zona de Nagorno-Karabaj llama la atención en Latinoamérica. Se trata de un tema de más de un siglo de antigüedad cuya solución se ve bastante lejana, siempre con la amenaza de que ocurra un enfrentamiento armado de escala mayor. Esos componentes generan interés, y eso bien lo sabe Ester Mkrtumyan, embajadora de Armenia en Argentina concurrente en Chile, Perú, Uruguay y Paraguay.

Desde su residencia en Buenos Aires, la diplomática cuenta a Emol la visión de su país ante este histórico conflicto sobre la región ubicada en el actual territorio azerí y cuya población, mayoritariamente de origen armenio, se ha declarado independiente, lo que no ha sido reconocido por la comunidad internacional. Una disputa que, admite, es difícil de entender en esta parte del planeta.

"El tema es simple y complejo al mismo tiempo. Las pertenencias en el viejo mundo no tienen el mismo significado que tienen en América, y especialmente en América Latina, donde las nacionalidades y las pertenencias dependen de la emancipación americana y de la formación de los estados actuales", explica.

"Cuando en política se menciona el concepto de estado-nación, se hace referencia a la concreción de un estado por parte de una nación preexistente. Las naciones europeas no son solamente territorios con fronteras definidas: tienen componentes geográficos, etnográficos, lingüísticos, culturales, espirituales, económicos, geopolíticos, rasgos de identidades unificadoras e indestructibles que perduran a través del tiempo a pesar de las dificultades y de la ausencia circunstancial de las soberanías", agrega.

Tal como lo hizo semanas atrás el embajador azerí en Chile, Rashad Aslanov por este mismo medio, Mkrtumyan recurre a datos y hechos históricos para sustentar la teoría armenia y lanzar una conclusión: "Nagorno-Karabaj nunca perteneció históricamente a Azerbaiyán".

El conflicto sale a la palestra otra vez a raíz de los enfrentamientos en la zona fronteriza de Tovuz, lejana de Nagorno-Karabaj. Ambos países se acusan mutuamente de haber iniciado el fuego: para Azerbaiyán, todo se trata de una estrategia de Armenia de desviar la atención de su delicada situación socioeconómica interna, agravada por la pandemia de covid-19.

Para la embajadora Mkrtumyan, sin embargo, se trata de un plan de Azerbaiyán y su aliado Turquía de desestabilizar la zona. "El ataque turco-azerí del 12 de julio se inscribe en el marco de los intentos conjuntos de Azerbaiyán y Turquía de desviar la zona de influencia del Cáucaso Sur de la órbita de decisiones ruso-europeas hacia las intenciones expansionistas de la Turquía actual. Hoy día toda Europa está mirando con atención el proceso de expansión turca hacia sus países limítrofes, hacia el Cáucaso Sur, hacia el mundo islámico, hacia el Mediterráneo Oriental, hacia Libia y hacia el mar Egeo, sus planes de ocupación de territorios de Siria e Irak, su presión para debilitar las comunidades armenias de los países árabes", afirma.

 

Hechos históricos

La representante diplomática afirma que el conflicto data de 1918. Con el fin del Imperio ruso y la fundación de la Unión Soviética, se formaron tres estados independientes: la República de Armenia, "cuyos orígenes se remontan al segundo milenio antes de Cristo"; la República de Georgia "cuyo Reino, fundado en el siglo XI, fue independiente hasta 1800, cuando se incorporó en el Imperio Ruso"; y la República de Azerbaiyán, que "no existió nunca anteriormente, los actuales azerbaiyanos eran conocidos hasta esa fecha como turcos o tártaros del Cáucaso".

"En ese momento, el 95 por ciento de la población de Nagorno-Karabaj era armenio. Reunidos por primera vez en un congreso, en 1918 sus habitantes declararon a Nagorno-Karabaj como unidad político-administrativa independiente, eligieron un Consejo Nacional y un gobierno, lo que le permitió entre 1918 y 1920 disponer de todos los atributos de un estado, fuerzas armadas y autoridades legales. Hay que tener en cuenta que esa población no era armenia porque había ido de Armenia, sino que eran armenios nativos de Nagorno-Karabaj, que siempre había sido Armenia, desde los tiempos remotos", asegura.

Y añade: "Es evidente que Nagorno-Karabaj no pertenece históricamente a Azerbaiyán, no existe absolutamente ningún documento del derecho internacional ni ningún fundamento histórico, geográfico ni demográfico que lo avale".

 

- Las diferencias entre Armenia y Azerbaiyán respecto del conflicto del Nagorno Karabaj son diametralmente opuestas ¿De qué forma se puede llegar a una solución?

"Las diferencias entre Armenia y Azerbaiyán respecto del conflicto no son diametralmente opuestas: son fundamentalmente diferentes en el criterio con que abordan el problema. El pueblo karabají es armenio desde los orígenes de su historia, hace más de tres mil años. Además, es un pueblo de 150.000 personas, con pasado, cultura, aferrado a su tierra, a su pasado milenario, tiene que vivir con derechos y en libertad. El régimen soviético comunista tuvo muchos errores, y uno de los peores fue ignorar el tema de las nacionalidades persiguiendo la concreción de la identidad soviética en desmedro de las identidades particulares. En ese contexto, trazó fronteras internas arbitrarias, ignoró características demográficas y principios étnicos, violó aspectos geográficos e históricos, movió poblaciones, deportó comunidades. Todo se disimulaba bajo el manto protector del poder omnímodo central manejado desde Moscú. Organismos partidarios delimitaron fronteras, aunque esas acciones tuvieran consecuencias imprevisibles muchas décadas más tarde.

Hasta la comunidad internacional, representada en este conflicto por el Grupo de Minsk, ha comprendido que el tema es complejo, fundamentalmente porque hay que tener en cuenta el destino de 150.000 seres humanos que tienen que vivir y ser felices. Y se han dado cuenta de que con la solución propuesta por Azerbaiyán esa gente no podría ni vivir ni ser feliz. Armenia y Nagorno-Karabaj han comprendido que la única solución es respetar los objetivos y procedimientos de la comunidad internacional y seguir el curso de las negociaciones, que si se prolongan es fundamentalmente como consecuencia de que una de las partes, en este caso Azerbaiyán, cree que Nagorno-Karabaj es solamente un trozo de tierra, sin considerar que desde la noche de los tiempos vive allí una población con derechos inalienables que no pueden ser conculcados".

Relación con Nagorno-Karabaj y las resoluciones ONU

- Nagorno Karabaj es una región cuyos habitantes han reclamado su independencia, la que incluso no es reconocida por Armenia. ¿Cómo podrían las autoridades armenias relacionarse con ellos?

"Esta formulación del problema no se ajusta estrictamente a la realidad. El 20 de febrero de 1988, después de casi 70 años de que la Región Autónoma sufriera la postergación y la discriminación del gobierno de Azerbaiyán soviético por el solo hecho de ser armenia, hizo uso de su derecho constitucional y solicitó el mantenimiento de su autonomía pero su transferencia de la jurisdicción de Azerbaiyán soviético a la jurisdicción de Armenia soviética, quedando todo dentro de la órbita de la U.R.S.S. Azerbaiyán soviético desencadenó en respuesta a ello una represión salvaje que no se detuvo ante las violaciones, usurpaciones, profanaciones y asesinatos colectivos dignos de un plan premeditado de limpieza étnica.

No hay independencia en el mundo que se justifique más que la que se declara para evitar la matanza y el genocidio. El 2 de septiembre de 1991 los armenios karabajíes declararon la independencia de la República de Nagorno-Karabaj en defensa de sus bienes y de su integridad física, y ya llevan casi 30 años de vida independiente. Armenia desde el inicio del conflicto ha optado por la paz y una solución consensuada. Sometida a un severo bloqueo territorial y económico por la alianza de Turquía y Azerbaiyán, jamás le convendría elegir una solución bélica. Armenia ha comprendido que el reconocimiento de la independencia de Nagorno-Karabaj podría complicar el proceso y por ello no ha dado ese paso. Por otra parte, la República de Armenia es miembro activo del proceso de paz, que cualquier reconocimiento unilateral puede alterar y perjudicar".

- Azerbaiyán alude a una serie de resoluciones de la ONU para justificar su postura y reclama que Armenia no las ha cumplido. ¿Cuáles son los argumentos jurídicos de Armenia para sustentar su posición en torno a este conflicto?

"En primer término, hay que tener en claro que no existe tal serie de resoluciones de la ONU. A falta de documentos que avalen su postura, ante la evidencia de que no hay una base sólida para sus reclamos, en la necesidad de ocultar su actitud totalitaria, Azerbaiyán menciona una serie de resoluciones que no existen. Hay solamente cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad: N° 822 del 30 de abril de 1993, N° 853 del 29 de julio de 1993, N° 874 del 14 de octubre de 1993 y N° 884 del 12 de noviembre de 1993 (...) Fueron emitidas en un período de apenas seis meses, durante las acciones bélicas entre las fuerzas armadas azerbaiyanas y las fuerzas de defensa de Nagorno-Karabaj, con el objeto de detener el conflicto y los enfrentamientos y evitar la pérdida de vidas humanas. Entre la resolución 884 y la tregua de mayo de 1994 los organismos internacionales como la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa y las Naciones Unidas desplegaron todas sus potencialidades, con la intervención decisiva de Rusia, hasta conseguir el cese del fuego.

En los últimos 26 años, el grupo de Minsk, que co-presiden Estados Unidos, Rusia y Francia en representación de la Unión Europea, con mandato expreso de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa y de las Naciones Unidas, tiene a su cargo el manejo de proceso de paz. Sus representantes visitan con frecuencia las tres capitales, Ereván, Bakú y Stepanakert, para armonizar medidas y desarrollar conversaciones con las tres partes del conflicto. Dado que los co-presidentes son miembros permanentes del Consejo de Seguridad pareciera anacrónico seguir evocando aquellas resoluciones que ya no tienen ninguna vigencia y han sido superadas por el proceso de paz que involucra directamente a la organización mundial.

Los argumentos jurídicos que sostienen la postura de Armenia son precisamente adherir a los principios y reglamentos de la OSCE y de la ONU, organizaciones patrocinantes de las tareas del Grupo de Minsk, respetar la tregua firmada en 1994 con Azerbaiyán y Nagorno-Karabaj, honrar la decisión histórica consagratoria del derecho de libre determinación del pueblo de Artsaj con la declaración de la independencia y velar por la seguridad de su población ante la amenaza permanente de Azerbaiyán de apropiarse de su territorio y de su identidad. Armenia no recurre a ningún documento jurídico porque no necesita anexarse ningún territorio. Respeta el derecho de libre determinación de Nagorno-Karabaj, que es el más importante de los derechos de cualquier pueblo".

 

¿Posibilidad de diálogo?

- ¿Qué se necesita para poder sentarse a dialogar y buscar una solución definitiva? Azerbaiyán ha asegurado que la espera no es eterna…

"Armenia no necesita nada para dialogar. Hace más de treinta años que no evita ninguna oportunidad para dialogar con Azerbaiyán y hacerle entender que ni el uso de la fuerza ni la amenaza del uso de la fuerza son el medio apropiado. De allí su fidelidad al proceso que encabeza el Grupo de Minsk, al que adhiere fervientemente. El del Cáucaso Sur es el único conflicto del mundo que tiene mandato internacional. Al igual que la República de Artsaj (Nagorno-Karabaj), la República de Armenia considera que el proceso de negociaciones debe llegar al punto de que se fije el status final de Artsaj, con respeto del derecho de libre determinación y de integridad territorial, y la obligación de renunciar al uso de la fuerza y a la amenaza del uso de la fuerza. La espera se prolonga porque Azerbaiyán no ha dejado de prepararse para la guerra cuando el resto de las partes reclama que se prepare para la paz.

 Los ejemplos de la dirigencia de Azerbaiyán son terribles. Hace unos años, un oficial de sus fuerzas armadas, Ramil Safarov, en el marco de un curso de perfeccionamiento de la OTAN en Budapest, asesinó a hachazos mientras dormía al oficial del ejército armenio Gurguén Margaryan, también participante del evento. Devuelto por las autoridades de Hungría a Azerbaiyán para completar su condena por el salvaje homicidio, fue recibido por el Presidente Aliev con honras militares de héroe nacional, se le restituyó el rango, se le hizo acreedor a un ascenso y se le pagaron todos los haberes atrasados, transformándolo en un ejemplo para las nuevas generaciones. Su único mérito es haber cometido un crimen alevoso. Los hechos de la dirigencia turca azerí representan mejor que las palabras las conductas y las convicciones de un país cuyas conductas no condicen con el grado de desarrollo alcanzado por la comunidad internacional y en Europa no son tratadas con seriedad".

- ¿Qué rol deberían jugar países como Rusia o Turquía en este conflicto? ¿Cómo interpreta usted la realización de ejercicios militares entre Turquía y Azerbaiyán?

"El rol de Rusia en el conflicto es consecuencia natural de la historia. Desde principios del siglo XIX, Rusia ha tenido una presencia constante y decisiva en el Cáucaso Sur. Hace dos siglos que Rusia conquistó el Cáucaso Sur de manos de los persas (...) La mediación de Rusia fue decisiva para evitar la guerra en muchos momentos trascendentes de los últimos 30 años, y muy particularmente en la concreción de la tregua en mayo de 1994. Luego, en un protagonismo que se ejerce aún hoy, se mantuvo latente y se hizo efectiva al ser Rusia uno de los países co-presidentes del Grupo de Minsk.

Por su parte, el rol de Turquía es terriblemente negativo y peligroso para toda la región, por su identificación con los intereses de Azerbaiyán, país poblado por turcos azeríes, con el que se identifica en su armenofobia, en su apoyo abierto a los intereses del Gobierno de Bakú, en coincidir con Azerbaiyán en someter a Armenia a un bloqueo inhumano que se viene ejerciendo desde hace más de 25 años.

Cuando uno se da cuenta de que el Estado cuyo antecesor cometió el genocidio lo sigue negando, cuando nota que en lugar de mantenerse por lo menos al margen del conflicto contribuye a su profundización, cuando toma partido por una de las partes, queda absolutamente desautorizado en sus acciones y sus dichos. Estas orientaciones, estas intromisiones de Turquía en el mundo, que preocupan y llaman la atención de Europa y de las potencias mundiales, no deben seguir fuera de los medios latinoamericanos, factores de opinión de un medio geopolítico que por su tradicional actitud en defensa de la democracia, de los derechos humanos y las libertades fundamentales, no pueden solidarizarse con el atropello de la convivencia pacífica, de las violaciones del derecho a la vida y del desconocimiento del derecho de todos los pueblos a la libre determinación y a vivir en libertad".

Fuente: Emol.com - https://www.emol.com/noticias/Internacional/2020/09/06/997097/Embajadora-Armenia-Azerbaiyan-NagornoKarabaj.html

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