Desde hace días, el ejército de Azerbaiyán, con el apoyo de Turquía, está bombardeando a gran escala Artsaj, un enclave armenio que pretenden usurpar, provocando hasta el momento decenas de víctimas, entre ellas civiles y niños. Estas agresiones militares han llegado hasta territorio de Armenia, una abierta provocación y declaración de guerra. Turquía y Azerbaiyán se basan en mentiras para justificar un avance cuyo objetivo final puede ser la aniquilación de toda una nación, como el Estado turco intentó hacer en 1915 y fracasó.
Los armenios del mundo, que en su mayoría somos descendientes de sobrevivientes de aquel genocidio que provocó un millón y medio de víctimas, llamamos urgentemente al cese de hostilidades, al apoyo de la comunidad internacional para evitar un nuevo crimen de lesa humanidad del Estado turco, ahora junto a su socio menor Azerbaiyán, ambos países gobernados por regímenes autoritarios perpetrados en el poder desde hace décadas, sin respetar la libertad de expresión y los derechos humanos.
Armenia y Artsaj están resistiendo con heroísmo este nuevo plan genocida turco-azerí, pero la gravedad de los acontecimientos en curso amerita un pronunciamiento categórico de la comunidad internacional y un freno a los ataques.
La Cancillería Argentina debe tomar seriamente este episodio y emitir un comunicado a la altura de las circunstancias. Armenia y Azerbaiyán no pueden ser lo mismo para nuestra Cancillería. La comunidad armenia tiene más de cien años en el país. El genocida no puede ser igualado a la víctima.
¿Qué podemos hacer al respecto desde aquí? Compartir, visibilizar, reclamar, alzar nuestra voz por la paz y el respeto a la libertad y autodeterminación de los pueblos, contra los fascismos xenófobos, violentos y autoritarios de Turquía y Azerbaiyán.
Evitemos una masacre. ¡Queremos la paz!
#JuntoaArmeniayArtsaj
#ParemosaTurquiayAzerbaiyan