Ante un nuevo aniversario del Genocidio del pueblo armenio perpetrado por el Estado Turco-Otomano en 1915, la Colectividad Armenia del Uruguay quiere compartir con nuestra sociedad uruguaya el siguiente mensaje:

Este 24 de abril de 2021 no es un “una fecha más” que en síntesis simbólica mantiene vigente la memoria del Genocidio cometido contra el pueblo armenio. Y no lo es por dos razones fundamentales: i) la situación sanitaria que está sufriendo el mundo –y en particular nuestro país–, que impide hacer manifestaciones en el espacio público y; ii) por la vigencia del plan genocida que ha quedado de manifiesto en octubre del 2020, cuando el pueblo armenio de las Repúblicas de Artsaj y Armenia enfrentó una nueva agresión de Azerbaiyán y Turquía.

Como queda demostrado en estos 106 años, un genocidio no es un acto único y con cierre final. Se trata de un proceso en etapas, con una concepción ideológica y una organización práctica que cesa cuando se aniquila a la población objetivo. Clasificación, simbolización, deshumanización, organización, polarización, preparación, exterminio y negación, se han cumplido y se cumplen a cabalidad por los perpetradores del crimen^[1].

Como ciudadanos uruguayos descendientes de armenios, como ciudadanos de Armenia residentes en Uruguay, como ciudadanos uruguayos que integramos esta colectividad, asistimos a la negación permanente del Genocidio Armenio, a la sustracción de los bienes materiales de quienes habitaban ese territorio –nuestras familias–, al implacable avance del genocidio cultural, a la invisibilización de la población armenia, que aún hoy vive en Turquía en sus tierras ancestrales y  –finalmente–, asistimos durante el 2020 al intento de eliminar los Estados de Armenia y Artsaj y a sus habitantes.

Estas afirmaciones se validan por la fuerza de los hechos y por las declaraciones de los mandatarios Aliyev (Azerbaiyán) y Erdogán (Turquía). Este último capítulo del Genocidio Armenio, que cumple ya 106 años, revela la vigencia de las palabras del Gran Visir del Imperio Otomano, Said Pashá que en 1881 decía: Para liquidar la Cuestión Armenia es necesario liquidar a los armenios.

Ha transcurrido un año más de negacionismo pero que marca el pasaje de sus perpetradores a una nueva etapa de agresión activa. La agresión contra el pueblo de Artsaj confirma la vigencia del plan de exterminio. En pleno siglo XXI se ha conformado una alianza que canaliza la armenofobia ante la mirada pasiva del mundo.  La armenidad toda, sufre la pérdida reciente de lo más fecundo y promisorio de su pueblo valorado no solo en los miles de muertos sino en su proyección como sociedad. Una generación de jóvenes con promisorio   futuro (profesionales, atletas, intelectuales) asesinados, cortando así el desarrollo del País dentro y fuera de fronteras.

Por estas razones no solo decimos que se mantiene vigente la denuncia del acto genocida y del negacionismo, sino también la resistencia ante los intentos de limpieza étnica propios de los regímenes totalitarios. Quienes niegan su responsabilidad en el Genocidio Armenio y además aspiran a acallar las expresiones de denuncia, no reconocen los límites legales y los derechos que respaldan a los pueblos víctimas de injusticias. Tampoco respetan los límites geográficos ni la soberanía de otros Estados en los que utilizan su impunidad diplomática para continuar su política  de agresión. 

La Colectividad Armenia del Uruguay, compromete –nuevamente–, sus mayores esfuerzos en la denuncia del negacionismo en todos los niveles y su firme postura frente a estos intentos de implementarlo en nuestro país. País que recibió y cobijó a nuestras familias, y que les ofreció, no solo un lugar para vivir en paz, sino que les permitió su integración, desarrollo y contribución al crecimiento del Uruguay.

[1]  Gregory H. Stanton (1998). “Las 8 etapas del Genocidio”. Ponencia. Yale University Center for International and Area Studies. Original 1996.