El 10 de noviembre, en la catedral Madre de San Etchmiadzin, se celebró la liturgia santa e inmortal bajo el patrocinio del Katolikós Karekin II. La liturgia fue celebrada por el Primado de la diócesis de Artsaj, su eminencia, el Obispo Vrtanes Abrahamian.
A la Sagrada Ceremonia, se destacó la presencia del presidente de Artsaj, Samvel Shahramanian, representantes del gobierno armenio, familiares de los rehenes y prisioneros armenios detenidos ilegalmente en la prisión de Bakú.
Al final de la Santa Liturgia, bajo la presidencia de Su Santidad, se realizó una oración conjunta, que se llevó a cabo el mismo día en todas las iglesias de las diócesis de Armenia y de la Diáspora.
El Katolikós de Todos los Armenios, expresó su mensaje patriarcal a todo el pueblo armenio.
Luego, el Patriarca armenio, los congregantes de la Madre Sede y los fieles presentes oraron a Dios por la protección de los derechos de los armenios de Artsaj desplazados por la fuerza y en particular por la libertad de los armenios capturados.
EL MENSAJE DEL KATOLIKÓS KAREKÍN II:
Queridos fieles,
En este momento, nos hemos reunido bajo los arcos benditos de este Templo Sagrado para orar juntos por la reposición de los derechos de nuestros hermanos y hermanas que fueron desplazados por la fuerza de Artsaj y se convirtieron en refugiados, y especialmente por la libertad de los armenios capturados y su regreso al ceno de sus familias. Es nuestra petición que el Señor Celestial fortalezca a los ciudadanos de Artsaj sin hogar, a nuestros jóvenes cautivos que están sujetos a humillación, dolor y sufrimiento, y a sus familiares, que también están orando con nosotros en este Santo Templo de Echmiadzin.
Como resultado de la guerra desatada por Azerbaiyán, Artsaj fue ocupada y despoblada, más de ciento veinte mil armenios fueron desplazados por la fuerza de su antigua patria, las zonas fronterizas soberanas de la República de Armenia fueron ocupadas, el patrimonio espiritual y cultural armenio en Artsaj, se están profanando y destruyendo aldeas, cementerios y monumentos conmemorativos armenios.
Hoy juntos, elevamos nuestra oración como un llamado a la justicia contra los crímenes de lesa humanidad, contra los actos genocidas cometidos contra los armenios de Artsaj, pero también contra la destrucción bárbara de los valores espirituales y culturales de Artsaj y de nuestros jóvenes encarcelados ilegalmente en las prisiones de Bakú. En el mundo actual, donde la supremacía de las libertades y los derechos humanos es muy importante, esos fenómenos son intolerables y deben condenarse severamente.
Mañana (11/11/24) se celebrará en la capital de Azerbaiyán la 29ª sesión de la cumbre de los participantes en la convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Creemos que los valores inmutables e inquebrantables de la protección de la vida y la dignidad humana, la implementación de la justicia, que son la base de la misión de la Organización de las Naciones Unidas, encontrarán su expresión por medios eficaces para la liberación de nuestros cautivos y la protección de los derechos de los armenios de Artsaj. En este sentido, hemos hecho un llamamiento oficial al Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, para que se muestre el apoyo del más alto nivel de las Naciones Unidas en el importante caso de la liberación urgente de los cautivos.
Queridos amigos, hoy se están llevando a cabo negociaciones sobre un tratado de paz bajo la continua coerción y amenazas de Azerbaiyán contra Armenia y el pueblo armenio. Sin embargo, es bien sabido que la paz es duradera y estable, cuando se construye sobre bases sólidas de justicia y verdad. Es este tipo de paz la que trae buenos resultados en la vida de la humanidad, la prevención del odio y la enemistad interétnica y los desastres y calamidades que surgen de ellos.
Por la gracia de Dios, es con el deseo universal de libertad, paz y justicia que los sonidos de la guerra serán silenciados en el mundo, el amor y la bondad se difundirán en lugar del dolor y el sufrimiento. Esperamos sinceramente que la comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos, que respetan las disposiciones generales del derecho internacional humanitario, adopten medidas para restablecer la vida normal de los armenios de Artsaj en su patria.
Estableciendo la verdad y la justicia, es como se debe fortalecer el espíritu de coexistencia pacífica y cooperación para el progreso y el futuro brillante de las sociedades y los pueblos. "El fruto de la justicia se siembra en paz", enseña el Libro Sagrado (Santiago 3:18).
Queridos, quisiéramos mencionar con satisfacción que hoy, con los esfuerzos del Consejo Mundial de Iglesias y de las estructuras intereclesiásticas, nuestros hermanos y hermanas cristianos en diferentes partes del mundo también elevarán una oración por la liberación de los prisioneros y la protección de los derechos de los armenios que se han convertido en refugiados. En esta ocasión, agradecemos a nuestras Iglesias hermanas, organizaciones intereclesiales por su sincero y sentido apoyo a nuestro pueblo en situaciones difíciles, así como por su honesto compromiso de sumarse a esta ceremonia ante nuestro pedido.
Desde el fondo de nuestro corazón, enviamos una petición a Dios Todopoderoso para que mantenga en paz a nuestra patria y al mundo entero, que dé fuerza de fe a nuestro pueblo en todo el mundo para superar las pruebas de hoy y conceda libertad a a todos nuestros niños cautivos lo antes posible.
Que el amor, la gracia y la misericordia del Señor estén con todos nosotros. Amén