El guía espiritual de la Diócesis de Artsaj, obispo Vrtanes Abrahamian dió a conocer el texto de la carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
En la carta, el obispo de la Diócesis de Artsaj hace un llamado al Secretario General de las Naciones Unidas, para valerse de todas las oportunidades que ofrece la plataforma de la COP29, que se celebrará en Bakú del 11 al 22 de noviembre de este año, para establecer un una paz justa, duradera y digna en la región, y pide que se adopten medidas tangibles que apoyen la paz regional, garanticen la protección de los derechos humanos y preserven la supremacía de las leyes y normas internacionales.
La carta fue entregada a los representantes de la oficina de las Naciones Unidas en Ereván, expresando:
"Su Excelencia Antonio Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas
405 este de la calle 42
Nueva York, Nueva York, 10017
EE.UU
Estimado Antonio Guterres,
2024 Del 11 al 22 de noviembre está previsto celebrar en Bakú la 29ª sesión de la Conferencia de los Participantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), a la que asistirán líderes y representantes oficiales de varios países, así como funcionarios de organizaciones internacionales, han sido invitadas a participar.
Hace exactamente un año, en estos días, las fuerzas armadas de Azerbaiyán sometieron asentamientos pacíficos a bombardeos irregulares e invadieron Nagorno Karabaj/Artsaj. En pocos días, 120.000 residentes de Artsaj se vieron obligados a abandonarla bajo amenaza real de exterminio físico. Las personas cuyos antepasados vivieron en Artsaj durante miles de años se vieron obligadas a abandonar sus casas, tumbas y el patrimonio histórico y cultural legado por sus antepasados. Déjeme recordarle que hasta el año 2020, durante la guerra de 44 días, la población de Artsaj era de 151 mil personas.
Los hechos disponibles son más que suficientes para confirmar que lo que le ocurrió al pueblo de Artsaj es un crimen contra la humanidad. Recientemente, la Asociación Internacional de Académicos sobre Genocidio, afirmó en su comunicado que estos hechos corresponden a las características de genocidio definidas por la Convención sobre Genocidio.
Lamentablemente, la tragedia de los armenios de Artsaj, prácticamente ha pasado desapercibida para la comunidad mundial. Salvo las declaraciones de algunas organizaciones internacionales y dirigentes políticos en forma personal, no se han adoptado medidas para detener la política genocida de Azerbaiyán, de despoblar Nagorno-Karabaj/Artsaj, llevar a cabo una limpieza étnica y suprimir el justo deseo de su pueblo de autodeterminación.
Además, fuimos testigos de cómo la sensación de impunidad alimentó el expansionismo de Azerbaiyán, y hoy Azerbaiyán ya ha ocupado los territorios soberanos de Armenia y está tomando medidas para limitar su soberanía e independencia.
La mayor parte de los fieles de la diócesis de Artsaj, de la Iglesia Apostólica Armenia, encontraron hoy refugio en la República de Armenia, y un gran número de ellos en diferentes países del mundo. Y aunque hoy están libres de la amenaza de la aniquilación física, siguen enfrentándose a diario a muchas violaciones de sus derechos y libertades.
Para miles de personas desplazadas por la fuerza de Artsaj, la cuestión más importante sigue siendo la cuestión del regreso a su tierra natal. El derecho de retorno, que también fue establecido en la decisión sobre medidas temporales adoptada por la Corte Internacional de Justicia, sigue siendo ignorado por la comunidad internacional. Aunque varias estructuras y estados en forma individual, a veces hacen declaraciones sobre el derecho del pueblo de Artsaj a regresar, no hay avances significativos en este tema.
Estamos seguros de que sin garantías de seguridad internacionales, para que los armenios de Artsaj regresen a su patria, la solución definitiva del conflicto y el establecimiento de la paz y la estabilidad en toda la región, son imposibles.
Al mismo tiempo, Azerbaiyán continúa revisando y falsificando la historia, destruyendo y apropiándose del patrimonio cultural y los bienes materiales armenios, para borrar cualquier rastro de la presencia armenia e impedir el regreso de los armenios a Nagorno-Karabaj.
Varias iglesias y cementerios fueron destruidos, incluida la Iglesia de San Hovhannes Bautista (Ahora Verde) en Shushi. El pueblo quedó completamente destruido, solo quedaron piedras, y varios otros asentamientos también sufrieron daños irreparables.
Se registran muchos ejemplos de este tipo. Azerbaiyán no asume ninguna responsabilidad, lo que da luz verde a nuevos crímenes.
Azerbaiyán sigue manteniendo prisioneros de guerra y rehenes armenios en las cárceles de Bakú. Hay muchos hechos documentados de tortura y trato inhumano a prisioneros armenios en las cárceles de Azerbaiyán, pero Azerbaiyán, ni siquiera permite que las organizaciones internacionales de derechos humanos obtengan información real sobre el estado de salud de esas personas. Además, Azerbaiyán utiliza esta cuestión como tema de negociación política, lo que viola flagrantemente los principios del derecho internacional humanitario.
Su Excelencia,
Todas las oportunidades brindadas durante la COP29 deben aprovecharse para establecer una paz justa, duradera y digna en la región. La protección de los derechos de los armenios de Nagorno Karabaj/Artsaj y la promoción de la seguridad regional son importantes para mantener nuestro propio compromiso con los ideales democráticos.
En este sentido, hago un llamado a presionar al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y al gobierno de Azerbaiyán para que adopten medidas tangibles que apoyen la paz regional, garanticen la protección de los derechos humanos y preserven la supremacía de las leyes y normas internacionales.
En oración,
Líder de la Diócesis de Artsaj de la Santa Iglesia Apostólica Armenia
Su Eminencia el Obispo Vrtanes Abrahamian