El 14 de septiembre, S.E. Karekin II, Patriarca Supremo y Katolikós de Todos los Armenios, recibió al ex fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, y a miembros de la organización "Centro Verdad y Justicia", acompañados por el líder de la Diócesis Armenia de Gran Bretaña e Irlanda, Obispo Hovakim Manukian.

Al dar la bienvenida, Su Santidad transmitió información sobre la Santa Sede de Etchmiadzin, su importante papel en la vida del pueblo armenio, sus valores espirituales y culturales, la formación de la identidad nacional. y su misión nacional.

En la reunión, Su Eminencia expresó el agradecimiento a Ocampo por sus esfuerzos en defender los justos derechos del pueblo armenio y de los armenios de Artsaj, condenar la política genocida de Azerbaiyán y el pedido de devolución de los cautivos. 

Hablando de los problemas de seguridad que enfrenta el país, el Patriarca expresó su preocupación, destacando que la Iglesia siempre contribuye a superar los desafíos existentes, a satisfacer las necesidades espirituales y humanitarias de los armenios de Artsaj y a construir un futuro seguro para ellos. Conversando sobre la dirección de la solución completa de los problemas mencionados, Su Santidad destacó tanto el apoyo activo de la comunidad internacional como las actividades del Dr. Ocampo en materia del establecimiento de la justicia y protección de los derechos humanos.

A su vez, Luis Moreno Ocampo presentó a Su Eminencia, sus pensamientos y el inicio de acciones en dirección a la liberación de los territorios ocupados de Armenia por parte de Azerbaiyán, planteando la cuestión de la limpieza étnica llevada a cabo en Artsaj, la liberación de los prisioneros armenios retenidos en Azerbaiyán, destacando la necesidad de una aplicación práctica de los principios del derecho internacional. En este sentido, el Dr. Ocampo enfatizó la importancia de la unidad de los armenios de todo el mundo, en la implementación de estos principios.

El ex fiscal de la Coirte Penal Internacional, también se refirió al importante papel de la Iglesia Armenia, en el soporte espiritual de los armenios desplazados de Artsaj, la protección de sus derechos violados y el regreso de los cautivos.