La peligrosa situación actual exige soluciones dignas. El Supremo Consejo Espiritual emitió un comunicado al respecto.
"Nosotros, los miembros del Supremo Consejo Espiritual, reunidos en la Santa Sede de Etchmiadzin con la bendición y alta presidencia de Su Santidad Karekin II, Katolikós de Todos los Armenios, durante las discusiones sobre los temas de la agenda, reflexionamos con profunda preocupación sobre los problemas políticos internos y los desafíos de seguridad externos que enfrenta nuestra Patria.
La política seguida por las autoridades de la República Armenia en el período de posguerra, y especialmente las concesiones territoriales unilaterales hechas en nombre de la delimitación y el proceso de demarcación, han causado nuevas preocupaciones y ansiedades serias tanto en la Patria como en la diáspora, dando lugar a la formación de desconfianza, que llevó a la exigencia de la dimisión del Primer Ministro de Armenia.
Sin embargo, los temores expresados por la población sobre los desafíos de seguridad que enfrenta la Patria, los llamados e impulsos de las estructuras nacionales y la comunidad profesional, son ignorados por las autoridades de Armenia y contrarrestados con amenazas de una posible guerra, y los justos reclamos contra las autoridades en los círculos públicos, que se manifiestan a través de actos pacíficos de protesta y desobediencia, se intentan silenciar mediante acciones destinadas a degradar la dignidad de los manifestantes y el uso desproporcionado de la fuerza.
Condenamos enérgicamente los pasos y medidas obviamente ilegales, adoptados contra los participantes de la manifestación pacífica en Ereván el 12 de junio, como resultado de lo cual hay muchas víctimas entre los manifestantes y la policía, incluidas personas con lesiones físicas graves.
Hacemos un llamamiento a las autoridades de la República Armenia para que se abstengan de la violencia, el odio y la enemistad. Nuestro llamado es también a los compatriotas que expresan su voz de protesta para que actúen con todo respeto y vigilancia a la ley.
La peligrosa situación actual exige soluciones dignas, la crisis actual exige un diálogo político con calma y sensibilidad.
También es reprochable que los altos representantes del gobierno y sus partidarios hayan atribuido constantemente la responsabilidad de la organización de manifestaciones a la Iglesia con noticias infundadas y falsas, tratando de justificar su actitud anti-Iglesia, una de las vergonzosas manifestaciones fue la provocación contra el Katolokós de Todos los Armenios y los clérigos en el Complejo Memorial de Sardarabad el 28 de mayo.
En todo momento, el deber y la misión de las autoridades es mantener la solidaridad intrasocial y formar una unión a nivel nacional, lo cual es de vital importancia, especialmente en las condiciones actuales.
El poder en sí no debe ser una mera aspiración de nadie ni de ninguna fuerza política, sino, ante todo, un medio de servicio prudente, circunspecto y desinteresado al pueblo, a la Patria y a la construcción de una vida pacífica y segura.
Creemos que el amor y la responsabilidad por la Patria allanarán el camino para poner nuestro potencial nacional y todas nuestras capacidades al servicio de la defensa y fortalecimiento de la República de Armenia y hacer realidad nuestra visión universal del futuro.
Que el Señor Todo Misericordioso mantenga y proteja a nuestra gente en todo el mundo unida y conduzca a nuestro país de manera pacífica y segura hacia nuevos destinos brillantes", dice el comunicado.