Querido pueblo, armenios de mi patria y de la diáspora:
Recordamos una vez más con oración y reverencia a nuestros Santos Mártires del Genocidio Armenio, quienes manteniendo su fe, amor y dedicación a la Nación y a la Patria, aceptaron la corona del martirio.
Conmemoramos a los Santos Mártires del Genocidio Armenio en un momento en que nuestra Nación enfrenta nuevas amenazas ontológicas y graves problemas de seguridad. Después de las acciones genocidas llevadas a cabo en la natal Artsaj y la despoblación de Artsaj, existe una situación preocupante y difícil en las zonas fronterizas de Armenia.
Frente a la memoria de los Santos Mártires, es nuestro deber sagrado proteger la integridad de nuestra Patria, ser celosos en el fortalecimiento del Estado armenio independiente y preservar los legados y el patrimonio de nuestros antepasados como una reliquia sagrada.
Nuestra Nación es fuerte por su pasado heroico, su determinación de luchar contra el mal y con el mismo espíritu, debe eliminar de su vida las manifestaciones destructivas contrarias a los intereses nacionales, encontrar salidas a la difícil situación actual con esfuerzos conjuntos y construir su futuro victorioso.
Querido pueblo piadoso, en este día sagrado, oremos por la intercesión de nuestros Santos Mártires, para que nuestra Patria y Nación sea pacífica, segura y próspera, bajo las gracias y bendiciones de Cristo, y podamos confirmar nuestro rumbo en los caminos de seguridad y progreso, con fe y esperanza.
Que el amor y el cuidado del Señor protejan nuestra Patria y a todo nuestro pueblo hoy y siempre. Amén.