Los acontecimientos recientes no dejan ninguna duda de que las autoridades armenias, en condiciones de completa despoblación de Artsaj y ocupación de territorios de la República, accediendo a las amenazas de Azerbaiyán, se están preparando para entregar territorios de la región deTavush, antes de la supuesta delimitación y demarcación de las fronteras, así se afirma por parte de los obispos y diócesis armenias de la región.
"Con este enfoque derrotista, con sucesivas y dolorosas concesiones territoriales, de hecho, la comunidad internacional está legitimando los falsos reclamos y las reprensibles ambiciones de Azerbaiyán sobre los territorios de Armenia.
La Iglesia igualmente acoge con agrado todos los esfuerzos y procesos razonables destinados a lograr la paz, pero es indiscutible que la política adoptada por las autoridades armenias para crear una "era de paz" con concesiones unilaterales no sólo es poco realista, sino también desastrosa. Las negociaciones sobre la patria y las continuas concesiones injustificadas nunca podrán proporcionar un entorno seguro para nuestro pueblo.
Es posible construir una paz sólida y duradera si se muestra pleno respeto por la dignidad y los derechos nacionales y se mantiene el principio de reciprocidad.
Hacemos un llamado a las autoridades de la República de Armenia, para que abandonen la forma derrotista de trabajar y no busquen soluciones forzadas en las negociaciones sobre los problemas que se plantean, lo que pondrá a la patria ante nuevos desafíos de seguridad.
También hacemos un llamado a las organizaciones nacionales, políticas y no gubernamentales de Armenia y la diáspora, a todos los jóvenes de la nación que están preocupados por el futuro de la patria, incluidos los funcionarios gubernamentales, a unirnos y defender nuestros intereses de Estado-Nación junto a las autoridades nacionales, en unidad, para contribuir con todo su potencial al fortalecimiento del Estado y al proceso de construcción de un futuro próspero y seguro.
Creemos que entre nuestro pueblo hay un fuerte espíritu de patriotismo y el compromiso de sacrificar lo personal por el bien de la nación, un fuerte celo por preservar la identidad nacional, y con la ayuda del Salvador Resucitado y los esfuerzos universales, seremos capaces de eliminar la plaga y el mal de nuestra vida doméstica.
Con la oración sincera, pedimos al Señor Celestial que derrame las gracias de la paz y la solidaridad en las vidas de nuestro país y nuestro pueblo, y que mantenga al Estado Independiente de Armenia seguro e inquebrantable".