El 23 de mayo, la Santa Sede de Etchmiadzin, bajo la presidencia de Su Santidad Karekin II Katholikós de Todos los Armenios, se llevó a cabo la reunión del Supremo Consejo Espiritual, en la que también participaron los obispos de la Santa Sede.
Durante la reunión, se discutieron los desafíos que enfrentan Armenia y Artsaj, así como las declaraciones hechas por el primer ministro sobre el proceso de negociación armenio-azerbaiyano.
El Consejo Espiritual Supremo emitió la siguiente declaración.
“La visión de vida libre e independiente de Armenia y Artsaj se ha hecho realidad durante las últimas tres décadas y media gracias a la lucha heroica, los sacrificios y los compromisos de nuestros pueblos en todo el mundo.
La valentía y el ejemplo resplandeciente de nuestros hijos y mártires que defendieron la Patria, mantuvieron fuerte el espíritu de nuestro pueblo para enfrentar cada adversidad, para continuar su presencia histórica en la Patria.
Las trágicas consecuencias de la guerra de Artsaj de los 44 días pusieron a nuestra Nación frente a nuevos desafíos de seguridad, una amenaza ontológica, pero incluso en esa difícil situación, el celo de nuestro pueblo e instituciones nacionales para continuar protegiendo los justos derechos de Armenia y Artsaj no disminuyeron.
Las declaraciones hechas por el primer ministro de la República Armenia, Nikol Pashinian, durante la conferencia de prensa del 22 de mayo, revelaron e hicieron evidente, el contenido real de la agenda de paz presentada al público, con las posiciones peligrosas e inaceptables adoptadas por las autoridades en el proceso de negociación de Armenia sobre el destino futuro de Artsaj y ciertas zonas fronterizas de Armenia.
El Consejo Espiritual Supremo rechaza y condena las concesiones unilaterales "justificadas" bajo el pretexto de la paz. Con los pasos miopes tomados, reconociendo a la República de Artsaj como parte de Azerbaiyán, las autoridades armenias inevitablemente confrontarán a nuestros hermanas y hermanos de Artsaj con un nuevo genocidio y depatriación.
La independencia de Artsaj, los territorios de Armenia, construidos a costa de la sangre y el sacrificio de nuestros jóvenes, no están sujetos a negociación. La patria es de todos, y tales decisiones relacionadas con la patria deben tomarse de acuerdo con las disposiciones fundamentales de la Constitución y la legislación de la República de Armenia y no a discreción individual o de grupo político.
Instamos a las autoridades a abandonar la mentalidad derrotista y los pasos destructivos que de ella se derivan, para encontrar soluciones razonables y dignas para superar los desafíos nacionales.
Hacemos un llamado a todo nuestro pueblo y estructuras nacionales para que evalúen con seriedad la compleja situación creada en este fatídico momento y permanezcan firmes y unidos en la búsqueda de nuestros intereses nacionales y el derecho obtenido y firme de la libre determinación de Artsaj.
En este asunto, vemos necesario que nuestro pueblo exprese su firme y resuelta voluntad.
Paz a nuestra Patria, vida segura y protegida para todo nuestro pueblo en Armenia, Artsaj y la diáspora".