“Nuestras reuniones con el jefe de gobierno y representantes de las autoridades en los años de la posguerra fueron en el marco de eventos procesales, estatales, como, por ejemplo, la ceremonia de toma de posesión del presidente de Armenia”, dijo el Katholikós en una entrevista con Hraparak.
“Sí, hay algunas discrepancias con las autoridades. La Santa Sede se ha referido a estos problemas en varias ocasiones. No consideramos apropiado calificar las relaciones mencionadas como amistosas u opuestas. La Iglesia es consciente de su misión hacia sus creyentes y contribuye con celo a la vida buena y segura de nuestro pueblo y al fortalecimiento del Estado armenio. Las posiciones expresadas por la Iglesia en relación con los asuntos nacionales y públicos deben entenderse en este espíritu”, señaló el Katholikós de todos los armenios.