El Supremo Consejo Religioso, presidido por el Patriarca Supremo y Katólikos de Todos los Armenios Karekin II, se refirió a los desafíos externos e internos, los desarrollos geopolíticos y regionales que enfrentan Armenia y Artsaj luego de la guerra catastrófica de 44 días.
Según se informa desde la Santa Sede de Etchmiadzin, el Supremo Consejo Religioso expresó en el comunicado:
- Las autoridades de Azerbaiyán continúan con su condenable actitud hostil hacia Armenia, Artsaj y el pueblo armenio. Después de la firma de la declaración trilateral, Azerbaiyán provoca regularmente en las fronteras de Armenia y de Artsaj, ataca a la población civil, sigue manteniendo prisioneros de guerra, destruye y se apropia del patrimonio religioso y cultural armenio en los territorios que han pasado bajo su control.
- A la luz de los acontecimientos geopolíticos, las autoridades armenias y las estructuras nacionales deben estar atentas para que el derecho del pueblo de Artsaj a la autodeterminación no se convierta en moneda de cambio.
- La paz no puede establecerse a expensas de la humillación de la dignidad nacional, en las condiciones de incesantes usurpaciones de la integridad territorial de la Patria, la presencia de prisioneros de guerra, las constantes amenazas de Azerbaiyán y la propaganda antiarmenia. La paz debe basarse en los principios de justicia, dignidad y respeto de los derechos.
- Independientemente de las presiones existentes, las amenazas externas, especialmente en las condiciones de polarización social interna, las autoridades de Armenia y Artsaj no deben tomar medidas que pongan en peligro la condición de Estado independiente de Armenia, el futuro de Artsaj, no debe transigir en el compromiso con el derechos fundamentales de la nación, la búsqueda de la justicia histórica.
El Supremo Consejo Religioso, profundamente preocupado por la complicada situación creada, por los acontecimientos políticos internos en la patria, confiando en la misericordia del Señor Supremo, la sabiduría de nuestro pueblo, exhorta:
- Dar prioridad a los intereses del Estado nacional, actuar con responsabilidad y conciencia, buscar soluciones dignas a los problemas exclusivamente dentro de nuestra común voluntad y consenso,
- Hacer todos los esfuerzos en la Patria y en la Diáspora para fortalecer nuestra unidad nacional eliminando la fragmentación divisoria, encaminados al fortalecimiento de la Patria; protección de los valores nacional-religiosos,
- Mostrar tolerancia, observancia de la ley, respeto por los derechos de los demás, excluyendo cualquier tipo de violencia, uso desproporcionado de la fuerza, provocación o violación de la ley en procesos políticos internos, reuniones pacíficas, independientemente de opiniones políticas o funciones oficiales. El discurso de odio, el insulto, la incitación a la enemistad nunca pueden ser buenos.
El Supremo Consejo Religioso llama a nuestro pueblo fiel de todo el mundo a continuar apoyando a nuestras hermanas y hermanos en Artsaj, para contribuir al fortalecimiento de la República de Artsaj, a su vida pacífica y segura.
“Oramos por la paz y el progreso de nuestro país, pedimos la bendición y el apoyo del Padre Celestial para nuestro pueblo.
Que la oración por la patria esté constantemente en los labios de nuestra nación”, se lee en el comunicado.