Felicitamos por el día de su onomástico, a todas aquellas personas que llevan el nombre de Surp Gayané.

 

En la Iglesia Apostólica Armenia en los días de las fiestas dedicadas a la memoria de Santa Gayané y sus compañeras, se celebra la   Divina Liturgia  en todas las iglesias.

En la víspera de la festividad se celebran ceremonias, que comienzan después del servicio nocturno, y se cantan himnos y canciones de la Iglesia dedicados a las monjas.

Santa Gayané vivió durante el período del reinado del emperador romano Diocleciano (284-305 D.C.) que sometió a los cristianos a persecuciones. Fue una de las 37 monjas que dejaron Roma para ir a Armenia.

Durante los primeros 20 años de su reinado, Diocleciano no persiguió a los cristianos a pesar de ser pagano. Sin embargo, desde 303, bajo la presión de César Galerio, sometió a los cristianos a severas persecuciones. Emitió 4 edictos contra cristianos que preveían el retiro de los cristianos del ejército, la confiscación de propiedades de la Iglesia, en primer lugar edificios y libros de rituales, el arresto de los sirvientes de la Iglesia y castigos capitales, sometiendo a los cristianos a tormentos que perseguían el objetivo de obligarlos a renunciar a su creencia y fe.

Las persecuciones agitaron todo el imperio, los cristianos fueron martirizados por el bien de Cristo. Fue durante este período difícil que Gayané y sus compañeros salieron de Roma.

Diocleciano informó al respecto al rey armenio Tiridates, sugiriéndole que devolviera a una de las monjas, Hripsime, o que se casara con ella.

Al darse cuenta de la historia de la monja, él mismo deseaba casarse con Hripsime. Los sirvientes del rey buscaron y encontraron a Hripsime y comenzaron a convencerla de que obedeciera la voluntad del rey que estaba cautivado por su deslumbrante belleza y deseaba casarse con ella. Hripsime lo rechazó diciendo que ella y las otras monjas ya se habían convertido en sirvientes de Cristo y no podían casarse.

Enojado, el rey ordenó someterla a ella y a las otras monjas a severos tormentos. Le cortaron la lengua y el útero, le sacaron los ojos y le desmembraron el cuerpo. Gayané y dos de las monjas también fueron sometidas a severos tormentos por alentar a Hripsime a soportar torturas por el bien de Cristo. Los verdugos les perforaron los pies, las colgaron, les arrancaron la piel, les cortaron el abdomen y luego las decapitaron. Las 33 monjas restantes fueron atacadas y partes de sus cuerpos fueron arrojados a las bestias.

 

Nueve días después, San Gregorio El Iluminador encontró las reliquias de las monjas y las enterró, construyó altares en esos sitios, donde en el futuro se erigieron los Monasterios de Santa Hripsimé, Santa Gayané y Santa Shoghakat.