El Viernes Santo es el día de la conmemoración de las torturas, la crucifixión, la muerte y el entierro de Cristo.
Se lleva a cabo el Servicio de la Crucifixión, después de lo cual se lleva a cabo el Servicio de Su Entierro.
Es durante el servicio de entierro que la Tumba simbólica de Cristo, decorada con flores y velas, es llevada en procesión alrededor de la Iglesia para que los fieles sean testigos y participen.
Señor, en estos días difíciles en que la muerte y el miedo predominan, dame el coraje para no escapar de la cruz.
Acepto la cruz si me abandono a ti, reconociendo que estoy en tus manos.
Clamamos, oh Cristo, a tu misericordia, la mayor fuerza y poder en que el hombre pueda apoyarse.
El poder de tu amor una vez más se demostrará más grande que el mal, la enfermedad y la muerte que nos amenaza hoy.
Demuestra que eres mayor que los múltiples pecados que se arrogan en forma continua en la vida de los hombres.
En estos días difíciles que hemos permanecido recluidos en casa sin poder participar de tu pasión y sufrimiento, envíanos, Señor, Tu Espíritu Santo, y que purifique nuestros corazones, y transfórmanos en un sacrificio que te agrade.
En la alegría de una vida nueva, siempre alabaremos Tu Santo y Misericordioso Nombre.
Por Cristo nuestro Señor, amén.