La  República de Armenia y la Nación Armenia están al borde del abismo, sino también, en una crisis humanitaria.

En el medio de una intensa pandemia, nos vimos forzados a defendernos de una espantosa guerra.

Hemos perdido miles de vidas, muchas de Artsaj, y aproximadamente 100.000 personas han sido forzadas a refugiarse en Armenia.

Armenia experimenta ahora una agitación civil, que todos tememos que tome el peor de los giros.

Una segunda ola de COVID se ha expandido en Armenia. No hay suficientes camas, no hay suficientes suministros/provisiones y no hay suficiente oxígeno

Continuamos perdiendo de 20 a 40 vidas debido al COVID cada día; y en el último recuento el número superó los 2500, y está proyectado que probablemente llegue a centenares si no miles más.

En el medio de pérdidas y muerte, en iglesias a lo largo de Armenia, hombres, mujeres, familiares, niños y abuelos rezan y se consuelan unos a otros.

Pronto, familias y amigos reunirán sus últimas fuerzas para juntarse por las festividades.

Los funerales por duelo y los almuerzos para reunir a los seres queridos, permitirán que el COVID se esparza, y será una sentencia de muerte para muchos.

Nosotros, los abajo firmantes, profesionales de la salud de todas partes del mundo, pedimos a la iglesia que se una a nosotros para ayudar a salvar vidas Armenias.

Pedimos que la iglesia que utilice su amplia influencia  y su posición respetada y relevante para ayudar a cambiar el curso de la pandemia en Armenia y menguar el dolor de la nación Armenia al requerir que medidas atenuantes y preventivas sean implementadas en iglesias y servicios: uso de barbijos, distancia social, lavado de manos luego de llegar y evitar cualquier práctica que requiera compartir vasos, libros o platos.

Instamos a la iglesia a pedir a los miembros del Clero a reforzar estas medidas y alentamos a sus miembros a implementarlas por razones de seguridad todo el tiempo - no sólo durante las actividades relacionadas con la iglesia- incluyendo la disminución de la frecuencia de visitantes y número de grupos para cualquier tipo de reunión, especialmente durante las próximas celebraciones.

En tiempos en donde cada armenio está usando su última pizca de fuerza para ayudar a proteger Dadivank, Tsitsernavank, Katarovank y otros lugares, solicitamos a la iglesia a que use su influencia y poder para unirse con el personal de salud a ayudar a proteger a la población Armenia.

Esta es una carta abierta, escrita bajo la iniciativa del personal de salud pública, ha sido firmada por 150 armenios que trabajan en el área de salud alrededor del mundo.