El domingo 4 de agosto, al cumplirse el primer año del fallecimiento de Ochin Leon Mosditchian (Brasil), fue el día en que se concretó su sueño.

Este gran armenio que dedicó su vida a la Colectividad y a la Iglesia Apostólica Armenia, dedicó los últimos años de su vida a propagar, leer y hacer conocer la obra de San Gregorio de Nareg: El Libro de los Lamentos.

El Obispo Nareg Berberian, Primado de la Iglesia Apostólica Armenia del Brasil, presidió la ceremonia en la que fueron bendecidos los libros traducidos al portugués.

El momento fue emocionante, pues tanto el traductor Prof. Yervant Tamdjian así como el idealizador del proyecto, Ochin Leon Mosditchian, fallecieron sin ver la obra impresa.

Suzy, viuda de Ochin y mecenas del proyecto junto con su fallecido esposo, durante el encuentro posterior a la misa en el Arachnortaran (arzobispado), recordó que Ochin siempre llevaba el libro junto a él y que al acostarse, lo dejaba bajo su almohada, diciendo que Dios obraba sus milagros cada vez que abría cualquiera de las páginas.

Participaron de la ceremonia Osana Suzy Mosditchian, sus hijos Andre Leon y Aline, así como los tres nietos Gabriel Leon, Miguel Leon y Pietro los grandes tesoros del abuelo.

Todos los presentes leyeron en conjunto una de las oraciones traducidas y Catherine Chahinian leyó una de las oraciones del libro en su idioma original, el armenio.

Al comienzo de la bendición fue mostrado un video del momento en que fueron bendecidos los libros de la primera traducción del armenio clásico al moderno. Esta fue una ardua labor del Reverendo Padre Mesrob Aramian, a quien le llevó 30 años para concluirla, dada la dificultad y necesidad de fidelidad al original. Es de desstacar que esa presentación fué bendecida cerca del Lago Van, lugar en el que San Gregorio de Nareg vivió y escribió su obra prima “Libro de los Lamentos”.

Fue curioso ver como el Padre Mesrob y sus acompañantes se emocionaron al visitar las cavernas en las cuales los armenios perseguido se escondían en la época de la masacre.