Entre el 10 y 15 de julio pasado se llevó a cabo la conferencia de la Internatinal Association of Genocide Scholars (IAGS) en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona. Contó con la participación de más de 280 especialistas en la temática de Genocidio entre los que se hallaban varios trabajos sobre temática armenia: el Genocidio armenio de 1915 y la situación de Artsaj a partir de la guerra de 2020. En este informe comentaremos algunos trabajos que consideramos de alto impacto en los estudios armenios.
En cuanto al primer tema se destaca el aporte de Unit Kurt (Universidad Newcastle, Australia) sobre “Un tecnócra del genocidio deTalaat Pashá: la biografía de Mustafá Reşat Mimaroğlu”. Este personaje tuvo un activo rol activo en la planificación, organización y ejecución del arresto de intelectuales y políticos armenios en Estambul el 24 de abril de 1915. Por trabajar en la Unidad Política del Ministerio del Interior fue un facilitador de las políticas de exterminio organizado por el Ministro del Interior, Talaat Pashá. En su trabajo Kurt explora los mecanismos burocráticos que hicieron posible el Genocidio y el rol de Mustafa Reşat, quien facilitó el genocidio a los decisores políticos.
Tigran Sarukhanian (Berlin State Office of Education, Youth and Family, Alemania) expuso sobre «La colección fotográfica sobre el Genocidio Armenio de Armin T. Wegner (1886-1978)” analizando la influencia de sus fotografías en la construcción de la memoria sobre el Genocidio Armenio. Wegner fue designado al VI Cuerpo otomano del Ejército y fue enviado a Bagdad vía Alepo, siendo testigo como muchos de sus compatriotas, de las marchas de la muerte y la consiguiente eliminación de los armenios deportados entre 1915 y 1916. Contrajo el tifus y, en el camino de regreso a Constantinopla pudo visitar algunos campos de concentración armenios; a pesar de las prohibiciones, los fotografió dejando evidencias del horror sufrido por el pueblo armenio. Sarukhanyan, en base a los archivos alemanes, analizó el origen de cada foto iluminando sobre la historia real del más valioso y conocido testimonio sobre el tema.
Edita Gzoian (Armenian Genoicde Musuem-Institute Foundation, Armenia) expuso sobre el «Desarrollo de crímenes contra la humanidad en el contexto de las masacres hamidianas y del Genocidio armenio”, sosteniendo que el concepto de crimen de lessa humanidad, declarado el 24 de mayo de 1915 por Gran Bretaña, Francia y Rusia para referirse a las masacres, detención y presión sobre la pacífica población armenia fue desarrollado luego por la Comisión sobre la Responsabilidad de los Autores de la Guerra y sobre la Ejecución de las Penas, en la Conferencia de Paz de París en 1919. Fue la primera conferencia internacional de crímenes de guerra cuya finalidad fue determinar quienes fueron los autores de estos crímenes durante la Primera guerra e imponerles penalidades. No obstante, la autora destaca que el Genocidio de 1915 no fue el primero en que se cometieron crímenes de lesa humanidad en el contexto armenio. La autora demuestra que el concepto de crímenes contra la humanidad se formó y desarrolló en el contexto de las masacres armenias de 1894-1896 y que se aplicó luego a deportaciones armenias de 1915-1918.
Rubina Peroomian (ex UCLA) expuso sobre “El régimen teocrático autoritario otomano allanó el camino de los Jóvenes Turcos para la concreción d el genocidio armenio”. La autora sostiene que los sultanes otomanos, en su concepto erróneo de la ley islámica, utilizaron la religión como una herramienta para gobernar a la población multirreligiosa y multiétnica de su imperio. Dividiéndolos en dos categorías -musulmanes y no musulmanes- trataron a estos últimos como ciudadanos de segunda clase, privados de los derechos humanos fundamentales. Siglos de discriminación, estigmatización e intolerancia religiosa fueron “municiones” ingeniosamente utilizadas por el gobierno de los Jóvenes Turcos como una estrategia para asegurar una amplia participación de las masas como perpetradoras/victimizadoras del genocidio contra los armenios. Los armenios como pueblos originarios de las tierras altas orientales del imperio eran un gran obstáculo para el proceso de turquización. Es por eso que en un comienzo la deportación y las masacres se centraron en los armenios y luego se incluyeron a griegos y asirios. Esta es una lección del pasado para ver hacia dónde se dirige el aumento actual del autoritarismo.
Nélida Elena Boulgourdjian (IDEIA-Universidad Nacional de Tres de Febrero) presentó los resultados finales de un proyecto de investigación realizado en la Universidad de Tres de Febrero y publicado en la revista del Centro de Estudios de Genocidio (CEG) sobre la violencia del Estado contra la población infantil, en dos momentos históricos, el gobierno de los Jóvenes Turcos y la dictadura militar argentina, desde una perspectiva comparativa no sistemática. La autora sostiene que el Estado puede construir un poder hegemónico de control de su población, regulándola con su poder de “matar o dejar vivir”. De esta forma, el Estado se apropia de la vida de las personas, pudiendo ejercer sobre ellas un “poder de muerte”, pero también un “poder de vida”. Se basa entre otros autores en la perspectiva que Joan Frigolé quien afirma que el genocidio “implica un ataque a la reproducción de un grupo humano en todas sus facetas posibles”. Asimismo, el ataque al sistema de procreación es un factor clave: “es la expresión más explícita de la intención genocida”. Finalmente, la destrucción de la procreación de las personas afecta la identidad nacional del grupo porque, al suplantar una identidad por otra, se impide su reproducción y se destruyen las relaciones de parentesco. Para concretar este planteamiento se han utilizado diversas fuentes, como las publicaciones de los ideólogos del Genocidio Armenio, las memorias de los sobrevivientes y los juicios a los militares responsables de la dictadura en la Argentina, así como las diversas fuentes secundarias tanto de casos.
Sobre el tema de Artsaj se presentaron varios paneles como el coordinado por Armen Marsoobian (Southern Connecticut State University) “Crímenes de odio, discriminación, desinformación y riesgo de genocidio contra los armenios en el sur del Cáucaso” sobre la aplicación del derecho internacional para prevenir el genocidio de los armenios de Artsakh (Nagorno Karabakh) y la República de Armenia por parte de Azerbaiyán y su socio Turquía. Con los gobiernos autoritarios Aliyev y Erdogan las perspectivas de supervivencia de los armenios originarios de la región han disminuido significativamente desde la derrota de Armenia en septiembre de 2020. La violencia posterior en la región y la invasión del territorio soberano de la República de Armenia en septiembre de 2022 amaplió el riesgo de genocidio más allá del enclave de Nagorno Karabagh. Los abogados internacionales Arman Tatoian y Karnig Kerkonian, involucrados en el caso de Armenia contra Aserbaiyán ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), expusieron sobre sus implicancias para acciones legales futuras. Armine Aleksanian, que ha servido en el gobierno de Artsakh, presentó alguns medidas para proteger a la población local vulnerable de Karabagh del lento genocidio que está teniendo lugar. Karnig Kerkonian en «Autodeterminación y Prevención del Genocidio” sostiene que la autodeterminación es un principio básico del orden jurídico internacional moderno, y que en los últimos años quedó demostrado que existe una relación operativa entre el genocidio y la implementación de dicho principio. Según este autor la autodeterminación presenta dos variantes posibles: interna y externa. La autodeterminación interna es la estructura preferida dentro del orden mundial actual, e implica proporcionar autonomía cultural, lingüística y/o de otro tipo a un pueblo distinto dentro del cuerpo político más grande (por ejemplo, el caso de Québec). La autodeterminación externa es una variante más rara y aplicada de forma más conservadora. En este caso, un pueblo está efectivamente separado del país soberano y ya no está subyugado a él políticamente, como el caso de. Kosovo. En la práctica, la implementación de una u otra autoderminación (interno o externo) está estrechamente relacionada con la probabilidad de genocidio contra la población que lo ejerce. Por lo tanto, el estudio del genocidio, tanto en su metodología como en sus indicadores prescriptivos, es relevante no solo para tratar de prevenirlo sino también como un factor probatorio crucial en la cuestión de la libre determinación en el derecho internacional.
Henry Theriault (Worcester State University) presentó el panel denominado “La cuestión de la Justicia transicional en Nagorno Karabagh” donde se discutieron las cuestiones vinculadas a la justicia transicional en torno al conflicto entre Armenia y Azerbaijan sobre la región de Nagorno-Karabakh, tema escasamente explorado por los estudiosos, por los Estados y la comunidad internacional a pesar de sus desafíos relacionados con el derecho internacional y los derechos humanos. Se trata de un conflicto entre una pequeña nación democrática, Armenia, y una nación autoritaria grande, Azerbaiyán. A pesar del alto el fuego esta última continúa tomando medidas contra la región, como la destrucción del patrimonio cultural armenio, cerrando carreteras, lo que afecta la entrega de artículos esenciales como alimentos y suministros médicos; y cortes de gas durante el invierno, poniendo en riesgo a la población a que muera por congelamiento. Asimismo, hay indicadores de limpieza étnica y riesgo de genocidio, incluido el discurso de odio contra los armenios por parte de las autoridades azerbaiyanas. Se necesitará al menos una generación para revertir décadas de odio étnico arraigado contra los armenios en Azerbaiyán. Sin embargo, actualmente no se discuten mecanismos de justicia transicional, ni procesos de verdad o reconciliación, o cualquier otra medida para generar confianza entre azerbaiyanos y armenios. De ahí la relevancia de este panel que discutió cuestiones cruciales poco exploradas, enfocadas en la justicia transicional. Sheila Paylan (consultora de las Naciones Unidas sobre DDHH) se refirió a “R2P Requierements for Nagorno Karabagh” (R2P: doctrina de Responsabilidad de Proteger) sosteniendo que en los últimos dos años, las atrocidades contra los armenios se han intensificado, con el riesgo de genocidio. La doctrina de la Responsabilidad de Proteger (R2P) exige una acción internacional frente a la limpieza étnica de los armenios de Nagorno-Karabagh, población en riesgo inminente bajo el dominio de Azerbaiyán.
Paylan explora dos pilares de R2P en el contexto del conflicto de Nagorno-Karabagh sobre la obligación de la comunidad internacional de alentar y ayudar a los estados a cumplir con su responsabilidad de proteger a sus poblaciones de crímenes atroces y tomar la acción colectiva adecuada. Analiza las medidas que se están tomando para alentar y ayudar a Azerbaiyán a proteger a las personas vulnerables de Nagorno-Karabagh.
En el mismo panel Melanie O’Brien (University of Western Australia) se refirió a la “Responsabilidad penal internacional por crímenes en Nagorno-Karabagh”.El conflicto en la región de Nagorno-Karabagh originó a denuncias de una serie de delitos, incluyendo el uso indiscriminado de armas, la práctica de la tortura y la ejecución de prisioneros de guerra, la profanación de sitios culturales y la violación. Este documento analiza algunos de los crímenes internacionales cometidos en el conflicto de Nagorno-Karabagh, explorando si dichos crímenes equivalen a crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y/o genocidio. Además, analiza opciones para la rendición de cuentas por tales crímenes, señalando que la comunidad internacional ha tenido poco interés en garantizarla por los crímenes cometidos durante este conflicto, a pesar de que la “justicia” es uno de los conceptos principales de la justicia transicional.
Elisenda Calvet Martínes (Universitat de Barcelona, España) en su trabajo “Necesidad de establecer una comisión de verdad para Nagorno Karabagh” sostuvo que la justicia transicional es un proceso mediante el cual un Estado se ocupa de las atrocidades ocurridas en el pasado por un conflicto armado o un régimen autoritario. Este proceso puede incluir mecanismos judiciales y extrajudiciales, comprendiendo cinco conceptos principales, a saber, verdad, justicia, reparación, garantías de no repetición y memorialización. Su trabajo se centra en la “verdad” y la necesidad de establecer una comisión de la verdad en el contexto de Nagorno-Karabaj. Tras la segunda guerra de Karabagh en 2020, la creación de una comisión de investigación ha sido objeto de discusión en Armenia. En febrero de 2022, el Parlamento armenio creó una comisión para investigar los hechos y las razones de la derrota de la guerra de los 44 días. Sin embargo, la oposición la boicoteó alegando falta de imparcialidad y politización del órgano. La autora sostiene que una comisión de la verdad puede contribuir a desentrañar los hechos de la guerra de Karabagh orientando sobre reparaciones para las víctimas y reformas institucionales, y contribuir a aclarar sobre lo que realmente sucedió en la guerra de Karabagh.
La temática armenia, sea el Genocidio de 1915 o Artsaj tuvieron un lugar destacado en la Conferencia de Barcelona siendo relevante y de sumo interés que los trabajos aquí comentados pudieran ser publicados en español