Después de un asalto de extremistas israelíes a un restaurante armenio en el barrio cristiano de Jerusalén el jueves, los líderes cristianos en Tierra Santa condenaron la violencia, instaron a una mayor protección de los grupos minoritarios y advirtieron sobre la “agresión radical” por parte de fuerzas decididas a imponer un régimen exclusivo. “Carácter judío” en la ciudad, informa Crux .

El jueves por la noche, un grupo invadió el Taboon Wine Barat the New Gate en el barrio cristiano de Jerusalén. Las imágenes muestran al grupo portando pancartas y arrojando sillas violentamente hacia el restaurante y los que están sentados adentro.

La policía israelí, que llegó una hora después de que se hiciera una llamada, alejó a la multitud pero, según los informes, no hizo arrestos.

La Asamblea de Lideres Cristianos de Tierra Santa, que reúne a los líderes de las diversas iglesias cristianas de la región, reaccionó rápidamente.

“Esta violencia no provocada infundió miedo en los comerciantes y residentes del barrio cristiano, así como en los visitantes”, dijeron los obispos, calificando el incidente como el último de “una serie de episodios de violencia religiosa que está afectando los símbolos de la comunidad cristiana y más.”

El patriarca latino de Jerusalén, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, visitó a los dueños de restaurantes el viernes por la tarde, así como a los dueños de tiendas cercanas cuyos negocios también fueron atacados, como señal de solidaridad en medio de lo que dijo es una creciente amenaza para la presencia cristiana en Jerusalén.

El Patriarcado ortodoxo de Jerusalén afirmó que “permitir que miembros de grupos tan radicales marchen y deambulen libremente por los barrios de Jerusalén mientras están armados y declaran tener intenciones criminales, se considera cómplice del ataque al Estado y muestra indulgencia no deseada con los criminales”.

En un comunicado, el patriarcado pidió “protección de las personas desarmadas de la Ciudad Vieja de los agresores radicales que pretenden cambiar el carácter diverso de la ciudad de Jerusalén y su mosaico cultural y religioso, están decididos a limitarlo a un carácter netamente judío".

El patriarcado también afirmó su derecho a emprender acciones legales para evitar futuras marchas de fuerzas radicales.