Más de 60 funcionarios franceses están instando a la Unión Europea a que abandone un acuerdo recientemente firmado para importar gas de Azerbaiyán. Dicen que este acuerdo hará que Europa dependa de Azerbaiyán en las próximas décadas.
El llamado se presentó en forma de carta publicada en el destacado diario francés Le Monde, gracias a los esfuerzos del Consejo Coordinador de Organizaciones Armenias de Francia (CCAF).
A principios de este mes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, elogió a Azerbaiyán como un proveedor de energía "crucial" y "confiable", al anunciar un acuerdo con Bakú para expandir el corredor de gas del sur, el gasoducto de 3.500 km que lleva el gas del Mar Caspio a Europa.
De pie junto al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, Von der Leyen dijo que la UE se estaba diversificando alejándose de Rusia y girando "hacia socios más confiables y dignos de confianza", y agregó que estaba contenta de contar con Azerbaiyán entre ellos.
Los firmantes instan a la Comisión Europea a abandonar el proyecto de importación de gas de Azerbaiyán y piden a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, así como al Parlamento Europeo, que no ratifiquen el acuerdo que, dicen, “tendría el efecto de sustituir la dependencia en el gas ruso por la dependencia del gas azerbaiyano”.
“La Guerra de los 44 días del otoño de 2020 ilustró las terribles intenciones de Azerbaiyán”, escribieron los funcionarios franceses, recordando que durante la guerra Turquía reclutó a yihadistas para ayudar al ejército de Azerbaiyán en la guerra y señalando que el uso de bombas de fósforo estaba prohibido debido a los desastres ecológicos que pueden causar y van en contra de los derechos humanos.
Los funcionarios franceses también hicieron hincapié en la tortura de los prisioneros de guerra recluidos en las cárceles de Azerbaiyán sin tener en cuenta las convenciones internacionales.
También advirtieron que al elegir a Azerbaiyán como proveedor de gas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en realidad está debilitando a la Unión Europea y la instan a abandonar el proyecto.
La semana pasada, destacados grupos de derechos humanos, entre ellos Human Rights Watch y Amnistía Internacional, criticaron un acuerdo de la UE para aumentar el suministro de gas de Azerbaiyán, mientras Europa se esfuerza por asegurar fuentes de energía no rusas, informó The Guardian.
Human Rights Watch dijo que la UE no debería haber firmado el memorándum, ni entrar en un nuevo acuerdo bilateral discutido, sin insistir en reformas políticas: la liberación de decenas de presos políticos y cambios en las leyes que restringen fuertemente a las organizaciones no gubernamentales y los medios.
Azerbaiyán utiliza el petróleo y el gas “para silenciar a la UE en cuestiones de derechos fundamentales”, dijo Philippe Dam, director interino de la UE en Human Rights Watch. “La realidad es que las autoridades de Azerbaiyán son famosas por tomar medidas enérgicas contra los activistas de la sociedad civil que investigan la corrupción, especialmente cuando se trata de petróleo y gas”. “La UE no debería decir que un país es confiable cuando restringe las actividades de los grupos de la sociedad civil y aplasta la disidencia política”, dijo Dam.
Otros activistas acusaron a la UE de socavar sus objetivos climáticos y enriquecer a los autócratas. “Es extraordinario que la UE parezca decidida a no aprender de su situación actual y esté presionando para construir más oleoductos que nos dejarían atrapados en el gas a largo plazo”, dijo Barnaby Pace, activista sénior del gas en Global Witness. “Un rápido impulso a las energías renovables y el aislamiento de los hogares debería ser la respuesta obvia a la crisis que enfrenta Europa, y ciertamente no repetir los errores que nos han llevado hasta este punto”.
Eve Geddie, directora de la oficina de Bruselas de Amnistía Internacional, dijo que “los regímenes represivos y que no rinden cuentas rara vez son socios confiables” y agregó que “privilegiar los objetivos a corto plazo a expensas de los derechos humanos es una receta para el desastre”.