Las talentosas hermanas Aznavoorian, la violonchelista Ani y la pianista  Marta, de Chicago, exploran su herencia armenia en la primera grabación conjunta de las hermanas, lanzada recientemente por la firma Cedille. 

A excepción de Aram Khachaturian, y posiblemente Arno Babajanian, la mayoría de los nombres de los compositores en este recital a dúo serán desconocidos incluso para los aficionados. La mayoría de los elementos de este compilado de 75 minutos consisten en arreglos para violonchelo y piano, en su mayoría miniaturas que duran menos de cinco minutos.

El programa se abre con una suite que consta de cinco piezas breves del reverenciado Gomidas Vartabed (1869-1935), un sacerdote que recopiló y anotó canciones populares armenias, a la manera de Bartok en Hungría. Una melancolía rumiante tiende a predominar en esta música con el timbre bruñido del violonchelo de Ani que transmite la contemplación interior. El ritmo más acelerado “Al Ailux” ofrece un bienvenido contraste, y la pianista Marta aporta un toque sensible al solo de teclado “Garoun A”. La canción final, "Krunk" (La Grulla) recibe una excelente interpretación de ambas con Ani ensayando una expresión conmovedora.

Khachaturian está representado con dos elementos, incluido Ereván, su afectuosa oda a la capital de Armenia. La Elegía de Arno Babajanian es un tributo a Khachaturian, su maestro, y Marta le da a este solo de piano fuerza y ​​expresión de despedida. El Aria de Babajanian tiene un sentimiento cantor y la Danza subsiguiente proporciona un elemento raro y más ligero.

La obra más grande del disco es la Sonata para violonchelo de 20 minutos de Avet Terterian, escrita en 1956. El Andante de apertura ofrece una melodía ampliamente romántica, con una fuerte interpretación de los aznavoorianos que aportan una gran rapidéz a la música. Más rreflexiva y sombría en el Adagio central, que es interpretado con mucho sentimiento por Ani. El final es un Presto motorizado y el dúo lanza los ritmos de un lado a otro hábilmente, inclinándose hacia una sección lírica contrastante antes del final ardiente.

El Impromptu de Alexander Arutiunian, cuyo Concierto para trompeta disfrutó de cierta popularidad en décadas pasadas, es una animada melodía popular con una sección central de lamentaciones.

Un trío de obras de una generación más joven de compositores cierra el disco con estilos contemporáneos más vigorosos. El compositor libanés Serouj Kradjian ofrece un arreglo vanguardista de la canción “Sari Siroun Yar”. Danza petrificada de Vache Sharafian es una obra de búsqueda, más inquietante, plasmada en un lenguaje impresionista convincente.

El programa concluye con Mount Ararat de Peter Boyer, compuesto para las hermanas Aznavoorian. Con nueve minutos y medio, este es el movimiento individual más largo del disco, escuchado aquí en su primera grabación. La obra comienza con un floreo retórico bajo en el violonchelo y continúa con una sección agitada. La música está elaborada con la habilidad y la indelebilidad temática típicas de Boyer; la melodía lírica principal está en la vena más cautivadora del compositor estadounidense, y la obra hace eco de la canción popular “Krunk” en la coda. Es fácil ver el monte Ararat —así como la sonata terteriana— gozando de gran popularidad en los recitales de cámara.

Si bien una melancolía febril e inquietante tiende a dominar en este programa, el interés se mantiene gracias a la soberbia interpretación de las aznavoorianas. Programa  expresivo, técnicamente equilibrado y bien mezclados en todo momento. La grabación, realizada en el Centro Logan, está a la altura del estándar de calidad habitual de Cedille. 

"Gems from Armenia" es muy recomendable para aquellos que buscan caminos etnomusicales fuera de lo común, así como dúos de violonchelo y piano en busca de un nuevo repertorio.