"Las autoridades azerbaiyanas han demostrado una vez más un desprecio descarado por el derecho de las personas a realizar protestas pacíficas y han utilizado la violencia para sofocar la disidencia", dijo Giorgi Gogia, director asociado para Europa y Asia Central de Human Rights Watch. "Las autoridades deben realizar una investigación rápida, imparcial y exhaustiva sobre la conducta de las fuerzas del orden y hacer que los responsables de los abusos rindan cuentas"
Tofig Yagublu, quien sufrió múltiples heridas bajo custodia policial, dijo que la policía lo golpeó brutalmente mientras lo grababa en video y le exigía que dijera en cámara que dejaría de criticar el liderazgo de Azerbaiyán.
“El horrible maltrato de Yagublu fue un ataque tanto a un individuo como al derecho de reunión pacífica”, dijo Gogia. “Dado el pobre historial de Azerbaiyán en el tratamiento de los abusos policiales, las autoridades deben garantizar una investigación imparcial y efectiva y exigir cuentas a los responsables”.