La activista política armenia con sede en Estambul Kayuş Çalıkman Gavrilof dice que se sorprendió cuando el primer ministro armenio Nikol Pashinian declaró recientemente que Turquía ha estado enviando “señales positivas” sobre la normalización gradual de las relaciones con Armenia y el fomento de la paz regional.

Gavrilof le dijo a Hetq que no ha visto señales de este tipo provenientes de Ankara y que el presidente turco Erdogan, ebrio con la victoria del año pasado en Karabaj, quiere poner a Armenia de rodillas.

"No he visto ninguna expresión positiva hacia Armenia en las declaraciones de Erdogan. Al contrario, Erdogan, un poco intoxicado con la victoria, por así decirlo, completamente como un león, quiere poner a Armenia de rodillas. En otras palabras, ¿significa ¿Que Armenia no debería tener reclamos de tierras, que después de 1915 no debería haber compensación, o que debería aceptarse el Tratado de Kars? ”, dijo Gavrilof a Hetq.

 Gavrilof cree que cuando Erdogan declara integridad territorial, se refiere exclusivamente a Azerbaiyán y las tierras ocupadas durante la guerra de 44 días, así como las fronteras con Turquía, que fueron trazadas en 1921. Según los tratados de Moscú y Kars, que la República actual de Armenia no ha reconocido.

"Su único objetivo es poner a Armenia de rodillas, porque son el bando victorioso", dijo Gavrilof a Hetq, enfatizando una vez más que Turquía quiere que Armenia renuncie a todas las demandas relacionadas con 1915.

Cuando se le preguntó cómo ven la sociedad y los círculos políticos turcos la normalización de las relaciones con Armenia y, en general, si las relaciones entre Armenia y Turquía son de importancia esencial para Ankara, Gavriloff dijo que la normalización de las relaciones no es de suma importancia.

"Todo está directamente relacionado con la situación de la posguerra", dijo Gavrilof, y agregó que Armenia es ahora una pluma en el límite de Turquía.

Gavrilof expresó un tono pesimista sobre la posibilidad de normalizar las relaciones entre los dos países en el corto plazo, ya que Ankara no ha cambiado sus políticas expansionistas y anti-armenias.

Por Marine Martirosian