El Consejo de la OAB (Colegio de Abogados de Brasil) de São Paulo aprobó el lunes 19 de julio de 2021 una resolución que reconoce como genocidio la masacre de alrededor de 1,5 millones de armenios por el antiguo Imperio Otomano , aquel que dio paso a la actual Turquía, en 1915.

La propuesta fue formulada por la Comisión de Derechos Humanos de la entidad a petición del Consejo Representativo de la Iglesia Apostólica Armenia del Brasil.

"La mayor perversión de un genocidio es su no reconocimiento, porque de alguna manera causa la perpetuación del mismo, incluso en las generaciones futuras", dijeron, en una carta, la vicepresidenta de la Comisión de Derechos Humanos de OAB-SP, Ana Amélia Mascarenhas Camargos, y la consultora del colegiado, Kenarik Boujikian.

"La estrategia de deportaciones en forma de caravanas hacia el desierto, que ha diezmado a miles de personas, sigue sonando en la vida de las próximas generaciones y de toda la humanidad", continúan.

También afirman que el reconocimiento por parte de la OAB-SP contribuirá a prevenir las violaciones de los derechos humanos. "El olvido y el silencio son formas de repetición", dicen en una carta.

En abril de este año, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció la masacre como genocidio.

El gesto generó reacciones en Turquía. El portavoz del presidente Recep Tayyip Erdogan, Ibrahim Kalin, dijo que el discurso de Biden "solo repite las acusaciones de aquellos cuya única agenda es la enemistad contra nuestro país".

La violencia contra los armenios comenzó durante el comienzo de la disolución del Imperio Otomano. Alineados con Alemania en la Primera Guerra Mundial, los otomanos querían evitar que los armenios se aporrearan de Rusia y ordenaron deportaciones masivas.

Armenia estima que 1,5 millones de personas han muerto de hambre, asesinadas por soldados o policías otomanos. Cientos de miles de sobrevivientes, obligados a abandonar su territorio, buscaron refugio en Rusia, Estados Unidos, Brasil y varios otros países.

Oficialmente, Turquía reconoce que entre 300.000 y 400.000 personas murieron, pero dice que las muertes ocurrieron en el contexto de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), cuando los armenios apoyaron a Rusia, no como resultado de una política deliberada de exterminio.

La mayoría de los historiadores, sin embargo, reconocen que hubo una política estatal sobre las muertes y ven este episodio de la historia armenia como el primer genocidio del siglo 20, una opinión reforzada por la Asociación Internacional de Estudiosos del Genocidio.