Un año después de que Santa Sofía de Estambul se convirtiera oficialmente en mezquita, el 14 de julio, en una iglesia ortodoxa griega de Washington, DC, las oraciones y discursos de líderes y defensores religiosos lamentaron la medida de Ankara.

“Nací en Turquía. Conozco muy bien a Santa Sofía ”, dijo el arzobispo Vicken Aikazian, director ecuménico y legado diocesano de la Diócesis Oriental de la Iglesia Armenia de América, en la parte inicial de su discurso. “Los griegos construyeron Santa Sofía, pero es el orgullo de todos los cristianos”, agregó.

James Winkler, presidente y secretario general del Consejo Nacional de Iglesias, destacó que aunque el sitio ahora se utiliza como un lugar de oración "no podemos dejar de notar la política cínica que condujo a esta desafortunada decisión". Winkler se refirió particularmente a la decisión de los líderes turcos de convertir el sitio de herencia cristiana en una mezquita. "La gran iglesia fue malversada, pero no nuestra fe", señaló Winkler.

Los discursos y las oraciones estaban en línea con esta afirmación: a pesar de que hace un año que el magnífico templo cristiano se utiliza como mezquita, la esperanza de deshacer la injusticia apoya a los presentes. “Oramos por los cristianos de todo el mundo, pero no solo por su seguridad y protección. Oramos por nuestro compromiso de defenderlos ”, agregó el pastor Dr. Bob Roberts. El arzobispo Elpidophoros, líder supremo de la Arquidiócesis Ortodoxa Griega de América, y el arzobispo Anoushavan Tanielian, prelado de la Prelatura Oriental de la Iglesia Apostólica Armenia, oraron por Santa Sofía, por la paz, la sabiduría y el mejoramiento de los cristianos.

Los cimientos de la iglesia ortodoxa griega de Washington fueron colocados en 1956 por el entonces presidente Eisenhower. El templo lleva el nombre de Santa Sofía por el magnífico sitio de Estambul, la histórica Constantinopla.